Inflación y contratistas caros demoran las obras municipales

Inflación y contratistas caros demoran las obras municipales

El intendente Mestre bajó varias licitaciones viales ante la falta de oferentes y la especulación empresarial con los precios. También incide la burocracia administrativa a la hora de elaborar los pliegos.

En  los últimos dos meses, la Municipalidad de Córdoba debió “reprogramar” al menos tres importantes licitaciones viales y ya va también por el tercer intento fallido para comprar hormigón, debido al brutal desfasaje entre los precios oficiales presupuestados y lo que ofertaron las empresas interesadas, en los casos en que efectivamente las hubo.

En las oficinas administrativas del Palacio 6 de Julio se planificó una cosa, que a ojos vistas quedó después lejísimos de la realidad del “mercado”.

El tema viene generando alguna preocupación en los despachos mestristas, de cara a la catarata de licitaciones que se apresta a poner en marcha el Departamento Ejecutivo, particularmente en obras viales y alumbrado LED.

Es que, a partir del año que viene, habrá casi 5 mil millones de pesos del presupuesto –que ya tuvo primera lectura en el Concejo Deliberante– destinados a trabajos públicos.

No sólo que se trata de una cifra inédita para la ciudad, sino que los tiempos de ejecución previstos son, en promedio, de entre 10 y 12 meses, con lo cual no hay margen para mayores demoras.

Por este tema, el propio intendente Ramón Mestre apuesta a activar una reunión con autoridades de la delegación Córdoba de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), para tratar de acercar posiciones.

“Nos llama la atención tanta diferencia de precios. Vamos a revisar todo lo que haya que revisar, pero tampoco estamos dispuestos a pagar locuras”, dijo el intendente a este diario.

Un abismo de diferencia

El botón de muestra de esta situación surgió con tres de las cuatro convocatorias para construir calzadas, badenes y cordón cuneta en cada uno de los cuadrantes en que fue dividida la ciudad a tal efecto.

En todos los casos, el presupuesto oficial fue de 18.054.425 pesos. En ninguno de ellos se presentó más de un oferente y siempre cotizando precios al doble o más del cálculo oficial.

En la zona noroeste, Pablo Augusto Federico cotizó un 128,80 por ciento por encima del presupuesto; en el sureste pasó lo mismo con Ciar SA, con un sobrecosto del 85,54 por ciento; y en el noreste, nuevamente con Pablo Augusto Federico, con 157,54 por encima de la pauta oficial.

Los tres llamados fueron declarados desiertos mediante sendos decretos y el Ejecutivo ahora se apresta a renovar esas convocatorias. Es un hecho, entonces, que los tiempos de ejecución originales se estirarán.

Desde la Municipalidad admiten que la situación se da por un combo de motivos: la demora administrativa que media entre la confección de pliegos y el llamado a licitación propiamente dicho; el impacto de la inflación acumulada; y los precios “inflados” artificialmente por los oferentes, que se cartelizan, o bien se cubren con cotizaciones altísimas, ante la incertidumbre que ofrece el escenario macroeconómico.

El secretario de Infraestructura, Omar Gastaldi, precisó que los tiempos internos de la administración para calcular los precios y la recepción de la oferta de los licitantes oscilan los cuatro meses. “En ese período, entre la inflación y los empresarios agrandan la brecha entre el precio oficial y el que ofertan. Aspiramos a bajar a dos meses los plazos internos para corregir parte de ese problema”, dijo.

Por el lado de las contratistas de obra, mucho incidirá en sus cotizaciones la evolución de la inflación y las perspectivas de que el mercado se recupere en 2017.

Comentá la nota