Industriales negocian cupos con el Gobierno para regular importaciones el año que viene

Industriales negocian cupos con el Gobierno para regular importaciones el año que viene

En medio de la polémica por el proyecto del massismo, el Gobierno defendió la gestión y aclaró que cuida el empleo. Aunque los sectores sensibles piden reducir las compras

El proyecto que presentó en el Congreso el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, sobre las importaciones disparó nuevamente el debate sobre si el Gobierno está avanzando hacia una liberalización mayor del mercado o sigue cuidando el empleo que generan los sectores sensibles. Lo concreto es que en los primeros siete meses del año las compras al exterior disminuyeron 7,7% en valor, pero esa merma se debe a que cayeron 13,3% los precios, ya que las cantidades en el período crecieron 6,4%, según datos del Indec.

 

 

En este contexto, diversas fuentes consultadas de estos rubros manifestaron que si bien creció en el primer semestre el nivel de ingreso de mercadería del exterior, esperan una disminución del ritmo para lo que resta del año y un 2017 con menores importaciones. Admiten que están negociando con las autoridades una especie de "cupo de palabra" para regular las compras y evitar mayores complicaciones en la industria local. A su vez, desde el Gobierno consideran que están cuidando el empleo nacional y que para el año próximo proyectan un nivel de ingreso de mercadería similar a la de 2016, según fuentes oficiales.

 

 

El ministro de Producción, Francisco Cabrera, aprovechó la polémica generada en torno al proyecto del massismo -que inicialmente proponía la suspensión de las importaciones por 120 días con excepción de los insumos industriales y el sector de la salud- para salir mediaticamente no sólo a cuestionar la ‘irresponsabilidad‘ del dirigente, sino a aclarar que el Gobierno está en "permanente contacto con sectores como el textil, calzado y electrónicos", entre otros, para "evitar que ingresen productos que los afecten". "Es cierto que hay algunos rubros que tienen ciertas cantidades de importaciones acumuladas mayores al promedio que pretendemos tener a fin de año", reconoció el ministro, pero aclaró que ello responde a las autorizaciones de las DJAI que estaban acumuladas de la gestión anterior y a una "avalancha de importaciones" que hubo en los primeros meses del año.

 

 

Desde la industria textil admitieron que están en negociaciones con Producción para fijar ‘cupos’ que aseguren que las importaciones no superarán determinado volumen. La propuesta del sector es lograr un compromiso para que ingrese en 2017 un 20% menos que en 2015, año que consideran debe fijarse como parámetro por la distorsión generada en 2016 producto de las DJAI. Ese año, según información de la industria, se importaron 215.000 toneladas, sin considerar las materias primas.

 

 

La Cámara Argentina del Calzado planteó un esquema similar, ya que ese sector también se vio afectado por la gran cantidad de DJAI aprobadas en diciembre. "Venimos alertando sobre el tema permanentemente y en medio de la caída del mercado, este año cerraremos con una contracción de las ventas de entre 10 y 15%", aseguró el secretario de la entidad, Horacio Moschetto. El directivo sostuvo que después de la avalancha del primer semestre, ahora comenzaron a bajar los ingresos de pares, pero 2016 igualmente cerrará con un 5% arriba respecto de 2015.

 

 

Frente a este escenario, la cámara está reclamando al Gobierno que para 2017 se permitan menores importaciones que el año pasado, cuando entraron al país 122,5 millones de pares, especialmente provenientes de Brasil y Oriente. "No lo tenemos totalmente cerrado, pero estamos pidiendo entre 10% y 15% menos que lo que se importó en 2015, que es lo que creemos caerá este año el consumo. Las importaciones deben estar en línea con el consumo", afirmó Moschetto.

 

 

Estos acuerdos con los sectores, que regulan las importaciones, violan las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que exige que una Licencia No Automática (LNA) debe ser autorizada en un plazo máximo de 60 días. Sin embargo, en el Gobierno recurren a estos mecanismos hasta poder contar con un protocolo de normas técnicas que habiliten el freno de las importaciones con justificación.

 

 

La estrategia oficial es cuidar los sectores sensibles pero al mismo tiempo permitir una mayor fluidez en las importaciones no sólo para no generar problemas en las cadenas productivas, sino también para contener los precios en algunos sectores y que haya en el mercado mayor oferta de productos. Según confiaron fuentes oficiales, el objetivo es importar en 2017 los mismos volúmenes que este año.

 

 

Por otra parte, Cabrera enfatizó que en muchos sectores la importación es irrisoria respecto del total del consumo del país y que hay que cuidar el comercio mundial. El objetivo -aclararon desde Producción- es avanzar hacia una inserción al mundo de forma inteligente.

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