A la caída de las ventas en el mercado interno y el aumento de las importaciones, las pequeñas y medianas industrias están en alerta por el aumento de tarifas que fue confirmado ayer por el ministerio que dirige Juan José Aranguren, que puede aumentar en un 50% la incidencia del costo de la energía para este sector.

Todavía está lejos el vaticinio del presidente de Techint, Paolo Rocca, de una energía a mitad de precio en el mediano plazo. La suba llega, además, cuando “entre el 25 y 30% de las pymes que son intensivas en energía no puede pagar la factura”, según aseguró Daniel Rosato, titular del Foro Industrial Pyme.

Ayer el Gobierno confirmó el aumento del 43% para luz y del 57% para gas entre diciembre y febrero en el caso de residenciales. “Las pequeñas empresas están incluidas en la categoría T2 y T3. Y si bien muchas compran en el mayorista, los aumentos suelen replicar las subas que avala el Gobierno”, detalló Aldo Lo Russo, representante de la Cámara de Metalmecánicas Camima.

Para una pequeña a mediana empresa, el costo mensual de la energía puede ir de los $ 6 mil a los 30 mil sin impuestos. “En el caso de una fundición de La Matanza, con el último aumento la boleta pasó de $ 90 mil a $ 350 mil”, ejemplificó Rosato. “Y eso en un contexto donde el mercado no está demandando y las empresas todavía trabajan al 50% de su capacidad instalada”, agregó.

“Con el aumento del 43%, el impacto de la energía que en una empresa es del 6% de los costos, por ejemplo, pasa al 9%”. Esa suba del 50% “deja afuera a muchas pequeñas empresas que tienen que convivir con la caída del mercado y la suba de importaciones”, señaló Lo Russo.

En el caso del gas, las empresas compran de forma directa a las distribuidoras. “La supervivencia hace que tengan entre tres o cuatro medidores. Cuando no pueden pagar uno y le cortan el suministro, se alimentan con otro”, detalla Lo Russo sobre las estrategias para ganar tiempo.

Los aumentos también podrán impactar en los precios finales de los productos, advierten. Aunque no todos los sectores tienen posibilidad de trasladarlos. “Según el producto, el costo de la energía puede tener una incidencia de entre el 20 y 35%”, detalló Rosato. “Por ejemplo, en el papel tissue, el 25% del costo es energía”, remarcó.

Desigualdad. En el contexto general, la industria en su conjunto se recupera, aunque con diferencias por sector y también por tamaño. Las pequeñas industrias todavía arrastran una caída del 2,5% mientras que el promedio se recupera un 3% según los datos del Observatorio Pyme al tercer trimestre. 

“El 80% de las empresas de la industria pyme son pequeñas, explican el 55% del empleo en el segmento y están relativamente más vinculadas al consumo final/venta al público”, puntualizó el Observatorio fundado por Techint, la Universitá di Bologna y la Unión Industrial Argentina.

Uno de los sectores que está arrancando, según los datos que presentó el economista de la UIA, Diego Coatz, en la conferencia industrial del lunes y martes pasado, es el de construcción, despacho de cemento y acero, que suben el 11% entre enero y octubre.

Pero ante las heterogeneidades, Coatz señala que los mayores desafíos son para los sectores con más incidencia pyme. El segmento que crece un 2% contra la baja base de comparación de 2016 es el de madera y muebles, caucho y plástico, automotor, alimentos y metalmecánica. Entre los que todavía caen un 4% en el acumulado del año están el sector químico y farmacéutico, papel y cartón, edición e impresión y textil e indumentaria.

Entre los sectores afectados por el cuadro energético están el textil, metalúrgico y papelero, lo que coincide con el diagnóstico de la UIA sobre los que todavía no repuntaron.

Otra apuesta ‘Mundial’

Los televisores encendidos en torno al Mundial de Fútbol no conocen de aumentos de tarifa. Con la confirmación del grupo en el que la Argentina jugará la primera ronda, la marca que apostó a la clasificación de la Selección presentó una nueva apuesta: si el equipo gana la Copa del Mundo en Rusia, la firma promete “devolver el dinero de la TV”.

Así lo señala la promoción de Noblex, empresa que con la agónica clasificación estuvo cerca de perder $ 20 millones, según aseguró Luis Galli, CEO del Grupo Newsan. Según la empresa, el 70% de las ventas anuales se concretan antes de la fecha de inicio del Mundial. Por lo general, esto implica un crecimiento del 10% en las ventas por unidad.

Esta semana el Gobierno oficializó la baja gradual del impuesto interno para los productos electrónicos que incluye a los televisores no fabricados en la isla y el impuesto cero para los producidos en Tierra del Fuego.

En el caso de la nueva promoción de Noblex, son sólo 400 unidades, dos modelos específicos y compras entre el 2 y el 15 de diciembre, pero es una muestra de la apuesta por el consumo asociado a la Selección y las promociones que vendrán a lo largo de 2018 desde fabricantes y retailers.

Uno de los sectores que apuestan a las ventas también a fin de año es el de pelotas de fútbol. Por año, se consumen 4 millones de pelotas en la Argentina, según detallaron los licenciatarios de FIFA para la competición en Rusia, Sportcom.