Independiente sin altura

Independiente sin altura

Un duro golpe para quedarse otra vez en las puertas de la cima. La Lepra no tuvo jerarquía atrás y lo pagó caro. Enormes errores defensivos.

Sin altura. Lejos de cualquier pretensión importante para llegar a la cima. Sin la jerarquía necesaria para dar el salto y mostrar que puede pelear arriba. Otra vez la Lepra perdió el tren de la punta del campeonato, como frente a Unión de Mar del Plata. Aquella vez disimuló algunas carencias, en Lomas de Zamora no pudo. Es más, desnudó al máximo las enormes limitaciones que tiene el conjunto de Garnero. 

¿Cómo se explica la goleada sufrida ante Los Andes? En pocas palabras: la defensa fue una obra maestra de terror y en ofensiva no estuvo fino.

Es verdad que los delanteros erraron mucho -Pereyra además escapó un penal-, pero ningún elenco se sostiene y saca chapa cuando tiene un fondo que comete equivocaciones infantiles. Así lo expresó también el DT a la hora del análisis.

El Azul fue un tembladeral los noventa minutos. Nunca hizo pie delante de Servio y el rival aprovechó todas las ventajas. No perdonó y así abrochó un triunfo vital que lo ubica muy expectante.

En otro contexto se resaltaría el desarrollo del juego que lo llevó a generar varias ocasiones de peligro, pero no se puede porque lo evidenciado por la última línea oculta cualquier aspecto positivo rescatable.

Muchas veces rozó lo amateur el trabajo de los cuatro marcadores, mirando a los contrarios con una pasividad alarmante, siempre desacomodados, mal parados y con un grado de desconcentración e ingenuidad total. 

Cualquier señal esperanzadora que podía dar Independiente cuando cruzaba la mitad de la cancha, se derrumbaba inmediatamente cuando el local ponía la pelota cerca del área visitante. Los gestos de desaprobación y resignación de Garnero hablaban por sí solos.

Muy pocos sacaron la cara; entre esos sobresalió el pibe José Méndez, una aparición que traerá alegrías al club. Las estadísticas dirán que la Lepra desperdició un penal, no le cobraron dos y reventó el palo. Pero también dirán que se fue con cuatro goles a casa. Tal vez lo más preocupante es que en cinco fechas no mejoró y terminó de caerse todo contra el Milrayitas. 

El entrenador seguro tomó nota de esto, pensando en cambiar la cara del equipo en cuanto lo defensivo. Y es que se vienen semanas cruciales con el clásico ante Gimnasia a la vista. Un derby que puede dejar huellas...

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