Incentivan con un mayor precio del gas la construcción de gasoducto

Incentivan con un mayor precio del gas la construcción de gasoducto

El Gobierno planea pagar en invierno un precio estímulo por el gas de Vaca Muerta para impulsar la producción y a la vez incentivar inversiones en la capacidad de transporte. Para eso, la Secretaría de Energía evalúa sacar a consulta pública en menos de dos semanas dos proyectos vinculados entre sí: uno sobre lo que paga por el gas y otro sobre la construcción de un nuevo gasoducto desde Neuquén o la ampliación de los que ya existen. 

 

Tras el recorte de subsidios por la reinterpretación del Ministerio de Hacienda de la resolución 46/2017, el Gobierno había anticipado que pensaba armar un nuevo programa de precios estímulo para las iniciativas que no fueron aprobadas.

Ese incentivo lo abonaría el Estado en invierno, con el fin de hacer viables inversiones en Vaca Muerta y reemplazar las compras de Gas Natural Licuado (GNL), que el año pasado llegaron a u$s 1055 millones y que para 2019 se calculan en al menos u$s 600 millones.

Por esa vía, se generaría más trabajo local, con más pago de impuestos a los fiscos nacional y provinciales: Ganancias, Ingresos Brutos y regalías.

Al mismo tiempo es fundamental la ampliación de la capacidad de transporte de gas para sustituir las compras de GNL. El boom de producción en la Cuenca Neuquina, gracias a los precios estímulo para proyectos de shale gas en Vaca Muerta, saturó los caños, que ya están al límite de su capacidad.

Por eso es ineludible tender nuevos gasoductos. Y, a la vez, quien financie la obra deberá tener la garantía de que se va a producir un volumen extra de gas que viabilice una inversión multimillonaria. El riesgo país en la zona de 700 puntos básicos complica el proyecto, que tardaría unos 18 meses.

Según comentaron fuentes oficiales a El Cronista, el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, y su equipo trabajan a contrarreloj para intentar presentar la semana próxima los pre-pliegos de una obra que costaría entre u$s 1500 millones y u$s 2000 millones.

La intención oficial es ofrecer entre un mes y medio y dos meses para que las petroleras; energéticas como Transportadora de Gas del Norte (TGN) y Transportadora de Gas del Sur (TGS); y otros interesados pueden hacer comentarios y sugerencias que mejoren el pliego y ayuden a definir, junto a organismos técnicos y regulatorios, si se construirá un nuevo gasoducto o se ampliará la capacidad de los ya existentes.

En caso de realizarse uno nuevo, el caño iría desde Neuquén, donde se agrupan casi todos los proyectos más productivos o con mejor potencial de gas, hasta San Nicolás (Buenos Aires) o Rosario (Santa Fe). Sería el primer gasoducto que se construye desde 1988.

Daniel Montamat, que inauguró el Neuba II ese año como presidente de YPF, consideró: “Hace falta más capacidad de evacuación del gas, que se está desarrollando intensivamente en Vaca Muerta. Hay que compatibilizar la necesidad de ese gasoducto frente a los cuellos de botella que se presentarían en el invierno de 2020”.

Entre la opción de construir un gasoducto nuevo y ampliar la capacidad de los ya existentes, el ex secretario de Energía durante el gobierno radical de Fernando De la Rúa se inclinaría “por lo más económico que resuelva el problema estructural”. De todas formas, cree que el nuevo ducto se deberá hacer en algún momento.

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