Incendios: las causas climáticas del desastre

Incendios: las causas climáticas del desastre
En lo que va de este invierno, el fuego ya quemó 40 mil hectáreas más que en la temporada pasada. Las causas climáticas del desastre.

La temporada 2013 de incendios arrancó a mediados de este invierno y, sin lluvias copiosas a la vista, nada hace prever que termine pronto. Pero, ¿por qué este año el fuego avanzó de manera descontrolada y lleva arrasadas muchas más hectáreas que en 2012?

Varios son los factores climáticos que han confluido para que la voracidad sea significativamente mayor. Por un lado, tuvimos un invierno con mayor amplitud térmica: temperaturas máximas más altas, y mínimas mucho más bajas que en 2012. En este sentido, hubo una mayor cantidad de días con fuertes heladas y una humedad relativa promedio por debajo de lo registrado en 2012. A esto se suma que en agosto de este año no cayó una gota, mientras que el mismo mes del año pasado fue el más lluvioso de la década.

Además, dos factores climáticos ocurridos entre octubre y noviembre de 2012 en Calamuchita (el valle más afectado) fueron determinantes. Se trata de dos fuertes tormentas de viento que derribaron miles de árboles en la zona y que, ahora, secos, son el combustible ideal para que la propagación del fuego sea devastadora.

Y para rematar, 10 días de septiembre con máximas muy por encima de la media (con registros extremos de 39 y 41 grados) y viento norte con ráfagas de más de 50 kilómetros por hora.

»Más calor: 2,37º. Las temperaturas máximas promedio registradas entre mayo y agosto fueron más elevadas en 2013 que en 2012. El calor es uno de los factores que aporta a la generación de las condiciones ideales para la propagación de los incendios.

»Más viento: 8km/h. Otro factor que reseca el ambiente es el viento. La velocidad promedio del viento durante agosto de 2013 fue tres veces superior al registro del mismo mes del año pasado (8 y 2,7 km/h, respectivamente). Además, cuando un incendio ya se produjo, las ráfagas de viento son el principal factor de propagación de las llamas.

»Sin agua: 0 mm. Otra condición climática que ha determinado que en 2013 haya más incendios que en 2012 es la cantidad de lluvias. Agosto de 2012 fue el más copioso de la década, con 40,5 mm. de lluvia caídos. En cambio, el mes pasado, el registro en Córdoba fue nulo, lo que dejó al suelo y a la vegetación serrana completamente secos “esperando” al fuego.

Entre mayo y agosto de 2012 cayeron casi 60 mm.; contra 28 mm. del invierno de 2013.

»Muy seco:23,3% La humedad relativa mínima promedio de agosto de este año apenas superó el 23,3%. En el mismo mes del año pasado, el registro fue de casi el doble: 42,7%. También la humedad máxima fue más alta el año pasado que éste: 91,3% contra 82,5%. En agosto de 2013, por ejemplo, hubo 12 días con menos de 16% de humedad.

La baja humedad es clave para que un incendio se genere y se propague con rapidez.

»Más heladas: 2,37º. Las temperaturas mínimas promedio del invierno de 2013 fueron de 2,37ºC, contra 2,88ºC de la temporada anterior. En la estación meteorológica del Inta Manfredi se registraron (entre mayo y agosto de este año) 42 días con “bajo cero”. Las heladas afectan con fuerza a la vegetación, que se seca más y se transforma en combustible perfecto para el fuego.

Las temperaturas mínimas de 2013 fueron casi un 20% más bajas en el invierno 2012.

Leña. Los vientos huracanados de octubre y noviembre de 2012 tiraron miles de árboles en Calamuchita, el valle más afectado por los incendios este año. Esa madera, ya seca, ha sido el principal combustible para la propagación en Yacanto, La Cumbrecita, Villa Alpina, Villa Berna, Santa Rosa, Villa General Belgrano, Los Reartes, Villa Berna e Intiyaco, entre otras localidades.

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