“Las consecuencias de corto plazo todavía no se pueden evaluar”, explicaron dos expertos de la industria. El 14% de la producción de Mendoza quedó comprometido por el incendio, por lo cual puede haber algunos problemas en el abastecimiento en las estaciones de la zona cuyana.

Una decena de yacimientos (Los Cavaos, Cerro Fortunoso, Rio Grande, Malal del Medio, Llancanello, Cerro Divisadero, Loma Alta Sur, Loma de la Mina, Puesto Muños y Cerro Mollar) envían su crudo a Cerro Divisadero. YPF evalúa ahora si el tratamiento de ese petróleo se hará en los mismos yacimientos, a través de “plantas de tratamiento móviles” o si se desviará a otras de las 36 plantas de este tipo que la empresa posee en todo el país. Hay un par en Mendoza.

YPF procesa el crudo en sus refinerías de La Plata, Plaza Huincul y Luján de Cuyo. Esta última se encontraba en mantenimiento cuando se provocó la explosión. Según la empresa, la producción de esta planta no quedó afectada tras el control del incendio.

Hace casi un año, YPF también sufrió un incendio en su planta de Ensenada, justo cuando una tormenta inundó La Plata. En ese momento, la compañía tuvo que recurrir a importaciones, ya que se había dañado su planta de coke y eso afectaba su principal planta de refinación. En esta ocasión, aunque se habrían perdido no menos de US$ 7 millones por el petróleo que fue derramado, el impacto económico será menor.

Tras este incendio, quedó afectado el despacho de petróleo crudo al oleoducto Puesto Hernández-Luján de Cuyo. La petrolera estatal todavía no informó cómo reemplazará a ese ducto.