Esta calificación: microtráfico, diferenciada del macrotráfico, se advierte no solo en las cantidades de droga secuestrada, sino en la obtención de elementos usados para el fraccionamiento y el dinero de baja denominación.

Así se desbarataron 283 bocas de expendio de drogas; 927 procedimientos por consumo de estupefacientes, y 154 de flagrancias, o ventas en la vía pública.

Antes del 1 de enero, cuando se puso en marcha la desfederalización , se trabajaba solo con dos Juzgados Federales, que llevaban esas causas; hoy son 11 las fiscalías que tienen injerencia, lo que brinda agilidad y permite los allanamientos de manera inmediata.

Por otra parte los fiscales zonales, tienen conocimiento más cercano con las causas y los acusados.

Tras la desfederalización se produjero 1388 procedimientos. De ellos, 1023 estuvieron a cargo de la Brigada de Drogas mientras que 380 fueron producto de otras dependencias, que luego dan intervención a Drogas.

El consumo

Las cifras de los secuestros de droga, hace presumir que la marihuana, fue ganando adictos, por su bajo precio en el mercado.

Un kilo de pasta base cocaína puesta en Salta cuesta $35.000; el clorihdrato de cocaína entre $55.000 y $60.000 y el kilogramo de marihuana $3.500.

El paco, pipa o bochita, sigue teniendo un mercado grande, que fue ganando espacio en niveles sociales, medios y altos.

Si bien en todos los sectores de la ciudad existe comercialización, la situación es más crítica en el “Bajo Chico” y 20 de Junio.

Grupos organizados

En el mercado local, donde el consumo es más fuerte en pasta base y marihuana, las grandes bandas de traficantes no actúan.

En la mayoría de los hechos se los vincula con pequeños grupos o familias dedicadas a la comercialización, casi como un micro emprendimiento.

Diferente es el caso del Norte provincial donde si hay grandes bandas o grupos organizados, que deben supervisar y monitorear los cargamentos, para que lleguen a los centros urbanos, como Rosario o Buenos Aires y de allí salir hacia Europa.