Imputados comenzaron con declaraciones y desconocieron los testimonios

Imputados comenzaron con declaraciones y desconocieron los testimonios
Los imputados comenzaron con sus declaraciones en una larga jornada. Se trata del tramo final del juicio por la Megacausa Jefatura II – Arsenales II que se desarrolla en el Tribunal Oral Federal de Tucumán.

El primer en hablar fue Fernando Torres, imputado como autor material de asociación ilícita agravada, autor mediato de violación de domicilio, privación ilegítima de la libertad agravada, torturas agravadas, tortura seguida de muerte y homicidio triplemente calificado, intentó desacreditar a testigos que lo señalaron como parte del aparato represivo.

Negó las acusaciones y habló de la actividad de inteligencia como un método científico utilizado también en el ámbito civil y académico.

Fernando Torres habla de 'testigo falso' y trató de falaz la declaración OP. Afirmó que “él es el responsable de que hoy sea un imputado”. A su vez expresó que "jamás estuve en Arsenal. Nunca vi ni hablé con la señora Cantos". Fernando Torres está imputado en 96 casos en esta Megacausa.

Por su parte, su defensa material desacreditó los testimonios de OP y SA porque, sostiene, ellos eran “colaboradores”.

Torres, al terminar su declaración, se negó a responder preguntas.

Luego declaró Hugo Soto, imputado como autor material de asociación ilícita agravada, partícipe necesario de privación ilegítima de la libertad, torturas agravadas, tortura seguida de muerte, homicidio triplemente calificado, sostuvo que había diferencias entre Compañia Arsenales y el resto del predio.

Se refirió a la organización de la compañía Arsenal 5, Miguel de Azcuénaga. Mostró también la ubicación en un plano. En este sentido marcó una diferencia entre Compañía Arsenales y el resto del predio. Para el imputado “ese error hace pensar que uno era responsable de todo lo que pasaba en el resto del predio".

Soto contó que en la talabartería se fabricaba cinturones, cartucheras, carpas para los camiones en lona verde. Un testigo, a lo largo del proceso oral, afirmó que allí se confeccionaban bolsas en las que se ponían los cuerpos.

A su vez, Soto, manifestó que "no es cierto que la Compañia Arsenales haya sido el 'combustible de la máquina de guerra”.

También tomó la palabra Pedro Osvaldo Caballero, fue jefe de la Compañía de Arsenales 5. Imputado como autor material de asociación ilícita agravada, partícipe necesario de privación ilegítima de la libertad, torturas agravadas, tortura seguida de muerte y homicidio triplemente calificado. Todos ellos delitos que configuran el contexto del delito internacional de genocidio.

Apeló a la tristemente célebre Teoría de los dos Demonios como parte de su defensa, que afirma que durante el terrorismo de Estado, tanto el Ejército como la subversión fueron responsables del terror que sufrió el país.

Caballero dijo, siempre a través de un escrito, que se lo involucra en delitos que él desconocía, por el cargo jerárquico que ocupaba en la Compañía Arsenal 5. Su imputación en esta Megaucausa es por Soldati.

Expresó que no existieron genocidios. Por eso argumentó que la persecución fue a "grupos políticos que ponían en peligro la estabilidad del país" y aclaró "son delitos de lesa humanidad, el genocidio de grupos políticos no es genocidio".

Al igual que Soto, sostuvo que como jefes de la Compañía Arsenal no conocían el funcionamiento del Centro Clandestino de Detención.

El imputado tardó 3 horas en leer su declaración.

Todos los imputados de ayer intentaron desestimar los testimonios de las víctimas, de los testigos. A pesar de que a lo largo de casi un año más de 200 personas declararon hechos de total terror, violencia y extermino. Incluso, a pesar de las evidencias presentadas por peritos, los imputados versaron sobre su desconocimiento de lo que sucedió en el galpón 9 del ex Arsenales Miguel de Azcuénaga.

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