Impuesto a las Ganancias. Lanzan una nueva reglamentación

Esta mañana, un decreto reordenó el texto de la ley de Impuesto a las Ganancias. Se trata de un cambio que no afecta ni las alícuotas ni los mínimos no imponibles, pero sí facilita la lectura de una norma que ya de por sí es compleja.

 

 

El decreto 862/2019 aprobó la nueva reglamentación de la ley que, en concreto, no modifica lo que ya se conocía respecto de la norma, sino que únicamente reordena los artículos, explicaron expertos tributaristas a LA NACION. El objetivo es que, si se realizaron modificaciones en algún momento del texto y se añadieron puntos, no quede desactualizado el orden listado de los números.

 

En 2020, el salario más bajo alcanzado por el impuesto a las ganancias en el caso de un empleado sin cargas de familia ni otras deducciones será de $55.257 Fuente: Archivo

 

Con la nueva reglamentación, en las 202 páginas del texto hay 310 artículos. Además, en el segundo artículo del decreto 862/2019 se derogan varios decretos que se oponen a esta nueva reglamentación.

La semana pasada se conoció cuánto tributarán por impuesto a las Ganancias los asalariados en 2020, ya que se publicaron los datos de la variación de la Remuneración Promedio Imponible de los Trabajadores Estables (Ripte) entre los meses de octubre previos a hacerse efectiva la actualización.

El índice tuvo un crecimiento de 44,27% entre el décimo mes de 2018 y el décimo mes de este año. Por lo tanto, tal como adelantó LA NACION, en 2020, el salario más bajo alcanzado por el impuesto a las ganancias en el caso de un empleado sin cargas de familia ni otras deducciones será de $55.257 y, en el caso de un trabajador que declare deducciones por cónyuge y por dos hijos, la cifra será de $73.099.

 

En la práctica, en 2020 los montos se elevan un 20% respecto de los actualmente vigentes.

 

En ambos casos, los montos corresponden al ingreso mensual promedio para todo el año próximo, son netos de aportes a la seguridad social e incluyen el proporcional del aguinaldo.

En la práctica, los montos se elevan un 20% respecto de los actualmente vigentes. Ese ajuste muy por debajo de la inflación determinará que se eleve la presión impositiva, ya que a igual o incluso a menor poder adquisitivo, se pagará más dinero por el impuesto, medido como porcentaje del ingreso.

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