La importancia de reconocer y evitar un ACV

La importancia de reconocer y evitar un ACV

Es neuróloga, y forma parte del equipo del servicio de Neurocirugía y Neurología Clínica del hospital "Pablo Soria" de esta ciudad. Disertó ayer en la conmemoración del Día Mundial del ACV, en una charla que estuvo dirigida a todo el público interesado.

a charla se dividió en dos módulos: el primero de ellos estuvo a cargo de la neuróloga Romina Martínez, quien disertó acerca de los protocolos de atención y manejo de un paciente con ACV, para profesionales médicos y no médicos de la institución.

En la tarde, también estaba prevista otra charla dirigida al público en general, también a cargo de la especialista Romina Martínez, e iba a estar relacionada a la prevención del ACV, y a la difusión de los factores de riesgo. La misma se iba a realizar en la sede de la Clínica del Rosario.

-¿De qué se trató su charla?

-Esta es una fecha que se instituyó como el Día Mundial del ACV, por la Asociación Mundial del ACV, a la que adhirió en nuestro país la Sociedad Neurológica Argentina para brindar charlas a la comunidad, preventivas y educativas, para informar a que los pacientes reconozcan los síntomas iniciales del ataque cerebral.

Por eso es que mi charla estuvo enfocada a la prevención de los accidentes cerebrovasculares, y en el caso de padecerlos, saber reconocer los síntomas, para recurrir pronto a una atención médica.

-¿Cuáles son los factores de riesgo que pueden derivar en una ACV?

-Hay que prevenir los factores de riesgos que son modificables, y estar atentos a los no modificables. Nosotros como médicos podemos intervenir en los modificables, que son la hipertensión, porque el 80% de los ataques cerebrales son causados por la alta tensión sanguínea, el tabaquismo, la diabetes, el sedentarismo y el consumo de drogas, principalmente la cocaína. Nosotros como médicos podemos intervenir controlando esos factores de riesgo. Es decir que aquel que es hipertenso debe tener controlada su enfermedad, lo mismo con el diabético, y el que es tabaquista debe dejar el hábito del cigarrillo.

La obesidad también es un factor de riesgo modificable, por lo que es muy importante mantener una alimentación saludable, mantener una dieta balanceada, hacer regularmente ejercicios aeróbicos, y de esa manera se evita el sedentarismo, que va de la mano con la obesidad. Para evitar el sedentarismo, una persona debe realizar actividad física durante al menos 30 minutos, tres veces a la semana.

-¿Cómo una persona puede reconocer que está sufriendo un ACV?

-En general los síntomas generales están relacionados con el adormecimiento de la mitad del cuerpo, al igual que del rostro. Un dolor intenso, fuerte, de cabeza, que se instala de un segundo a otro, la afección de la visión, y problemas al caminar. Todos estos síntomas son en forma súbita, de afección brusca.

La única forma de lograr una atención eficaz es saber reconocer los síntomas, para eso están estos tipos de charlas. Por eso es la importancia de la educación del paciente, para que reconozca los síntomas iniciales. Conociendo uno o dos síntomas, como la "caída" del rostro o de uno de los brazos, son problemas por los que tienen que acudir rápidamente a atención médica.

-¿Estos síntomas suceden con cierta anticipación?

-Esos síntomas se desencadenan en el momento del accidente cerebral. Con los últimos años hay tratamientos que se pueden implementar a ciertos tipos de pacientes en un período no mayor de cuatro horas y media. Es por eso que es fundamental que el paciente sepa reconocer los mencionados síntomas iniciales.

-¿Qué porcentaje de recuperación hay de un paciente que sufrió un ACV?

-Hoy por hoy los datos no son alentadores, porque es la segunda causa de muerte a nivel nacional, y la primer causa de discapacidad. De los pacientes que hacen un ACV agudo, en el mes, el 30% corre riesgo de vida. O sea que estamos hablando de 30.000 a 60.000 personas mueren anualmente en Argentina.

Sin hablar del impacto económico que genera la recuperación de una persona que sufrió un ACV, ya que requiere de rehabilitación, en muchos casos interdisciplinaria. El 30% de los pacientes que sufrieron un ACV quedan con alguna discapacidad, y en muchos casos no se recuperan nunca y requieren asistencia de manera permanente.

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