El impacto de la temperatura en la demanda eléctrica del NEA

El impacto de la temperatura en la demanda eléctrica del NEA

Diego Margulis, un economista que se especializa en administración de mercado eléctrico, fijó un valor al crecimiento del consumo con cada grado de temperatura.

Con datos de hace dos años sostiene que la demanda eléctrica diaria crece a razón de 5% por cada grado adicional sobre la temperatura típica, en un análisis difundido por la agencia Télam esta semana.

Si bien analiza datos de la provincia de Buenos Aires, la información se condice con otros centros urbanos del país como el Gran Resistencia. 

En 1996, según la Encuesta Nacional de Gasto de Hogares del Indec, sólo el 9% de los hogares contaban con equipos de acondicionamiento de aire.

Un relevamiento de 2012 y 2013 mostró que la cantidad aumentó drásticamente: trepó hasta un 35% en el país y superó el 50% en el Noreste argentino.

La suba se explica después de varios años de importante fomento a la venta y uso -por ejemplo con planes de financiamiento en cuotas o precios subsidiados de electricidad-, afirma.

“Una mayor posesión (y uso) de equipos presiona sobre la demanda eléctrica en verano”, afirma.

Por cada grado centígrado

Si bien el impacto que tiene la temperatura en el consumo eléctrico varía en cada región, la relación sufrió un fuerte aumento en todos los rincones del país. Margulis asegura que en los últimos años del siglo XX la demanda eléctrica diaria en el Gran Buenos Aires aumentaba en promedio a razón de 2,5% por cada grado adicional sobre la temperatura típica.

En un día muy caluroso (30° de temperatura media) el consumo eléctrico era 15% mayor que un día típico de verano (24°).

Con más electrodomésticos esa relación subió a 3,3% de 2003 a 2006 y conllevaba una demanda de un 20% más.

En esa década el valor siguió subiendo y hoy se ubica en una banda entre 4,5% y 5%, por lo que en un día de calor extremo, la demanda alcanza valores 30% mayores que los días típicos verano.

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