¿Una ilusión Real?

¿Una ilusión Real?

San Lorenzo venció al Auckland en el alargue sin jugar bien y sufriendo bastante ante un rival limitado. El equipo de Bauza deberá mejorar muchísimo si pretende lograr el milagro de ganarle el sábado en la final al Madrid. Pero vale el triunfo en un estadio lleno de hinchas cuervos.

El objetivo inicial que se había propuesto para el Mundial de Clubes ya lo logró. San Lorenzo quería jugar la final. Quería estar el sábado 20 de diciembre frente al temible Real Madrid. Y así será. Pero cumplirlo le costó más que lo imaginado. El Auckland City pintaba como un rival accesible, casi como un trámite. Y finalmente no fue un cuco ni mucho menos pero lo puso en apuros. El principal problema, en realidad, fue el Ciclón, que no estuvo a la altura. Lejos de su mejor nivel, el que supo mostrar en la Copa Libertadores, el equipo de Bauza sufrió mucho y jugó poco. Sin sobrarle nada, a tal punto que debió necesitar del alargue para torcer la paridad, este Cuervo muy terrenal enfrentará al galáctico Real de Cristiano Ronaldo y Cía. Al ser un partido, sólo 90 minutos, tendrá que jugársela para lograr el milagro...

El 4-5-1 del inicio, con tres volantes centrales (Mercier-Kalinski-Ortigoza), pareció un esquema más adecuado para enfrentar al poderoso conjunto español que al débil Auckland City. Demasiada cautela se trasladó a la falta de intensidad y de pressing. Como si estuviera atado, San Lorenzo no asumió nunca el protagonismo del partido y careció de juego asociado como para generar alguna situación clara de gol. Tanta pasividad contó con la complicidad de su rival, que mostró sus grandes limitaciones a la hora de buscar el arco de Torrico, aunque su actitud haya sido más elogiable que la del equipo de Bauza. El gol de Barrientos, en el último minuto del PT, fue la muestra de que ese era el camino: en la primera buena jugada colectiva, con Mas rompiendo por la izquierda, el Pitu definió con un remate inatajable desde adentro del área. Era el ejemplo a seguir. Pero a nadie se le ocurrió continuar con esa idea...

La exasperante desidia de San Lorenzo en lo que respecta a la gestación y definición continuó en el segundo tiempo aunque ahí tenía la excusa de estar 1-0 arriba y especular con alguna contra ante los espacios que podía dejar el Auckland. Pero tampoco contó con ninguna oportunidad como para aumentar la diferencia. Y el campeón de Oceanía, limitado como ya se dijo, intentó, buscó y en una jugada aislada, Berlanga encontró el hueco para poner la pelota justita al lado del palo y empatar el partido.

El Ciclón sintió el golpe. Justo en el momento del gol del rival, Leandro Romagnoli se preparaba para entrar. Y el Pipi saltó a la cancha (tarde) para torcer la historia. Cauteruccio tuvo una buena individual: la levantó con la derecha y le dio el zurdazo de aire que pegó en el palo. Pero a la siguiente jugada, el argentino Tade se comió un increíble mano a mano ante Torrico. Como para demostrar que San Lorenzo no se podía confiar.

Tuvo que ir al alargue para ver si podía ganarlo sin la lotería de los penales. Y Matos le devolvió la respiración a todos con ese zurdazo al comienzo del primer tiempo suplementario para poner el 2 a 1. Sería el resultado final aunque con susto por ese tiro en el palo derecho de Torrico faltando cinco minutos. Ajustado y merecido el resultado: los de Bauza no merecieron mucho más. Ahora, lo espera el Real Madrid. Una cita con la historia.

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