Si Iglesias y Fayad no van a la interna partidaria, la UCR replantearía la convocatoria

Si Iglesias y Fayad no van a la interna partidaria, la UCR replantearía la convocatoria
Desde el sector que conduce Cornejo estiman que si los críticos no compiten, es posible un acuerdo amplio que incluya al resto de los sectores y evite la contienda (y sus elevados costos). Montero y Armagnague resisten e igualmente se presentarían.
En el oficialismo partidario del radicalismo se considera casi un hecho que no habrá contendientes en la interna que se realizará el 14 de abril próximo, por lo que estiman que se llegará a un amplio acuerdo entre las partes, con alguna elección en los departamentos, para dirimir concejales.

Esta predicción se ve conmovida con la voluntad de pelea de la senadora nacional Laura Montero y de un viejo militante de las internas: Juan Fernando Armagnague, quien ya ha reservado el color celeste para presentar listas en todos los departamentos.

La actual conducción del radicalismo es encabezada por el intendente de Godoy Cruz, Alfredo Cornejo. Pero la presidencia de Cornejo está sustentada en una amplia alianza en la que están incluidos los Territoriales, sector encabezado por los intendentes del Este mendocino (Ricardo Mansur de Rivadavia, Mario Abed de Junín y Gustavo Pinto de La Paz); también están los seguidores del senador nacional Ernesto Sanz; los hombres de Causa, sector liderado por el senador provincial Juan Carlos Jaliff y la Línea Federal, en la que revistan Armando Camerucci, César Biffi y Eduardo Giner.

Con algunos matices y algunas idas y vueltas, ese vasto acuerdo viene reeditándose desde 2009, cuando entre todos conformaron la lista 503. Entre todos, con algunas sutiles diferencias, conformaron el cobismo.

Después de la crisis partidaria que desató la fractura de los bloques de senadores y diputados provinciales, en la que se fueron de los mismos los legisladores que responden a Roberto Iglesias, la respuesta de todo el grupo mayoritario de la UCR fue el llamado a internas para el 14 de abril próximo.

Ese llamado a la contienda no tenía otro propósito que blanquear dónde estaba el poder partidario. El mensaje fue recibido por Iglesias y Víctor Fayad. Ambos anunciaron que declinaban su participación en la interna y, hasta ahora, allegados a los dirigentes dicen que esa declinación se mantiene en firme.

El abandono de Iglesias y Fayad eliminó el motivo fundamental de la contienda. Un legislador radical decía: "¿Contra quién vamos a ir a interna? ¿Contra el espejo?". Entonces el vasto sector que hoy conduce al radicalismo ha comenzado las charlas para llegar a un acuerdo antes del 17 de marzo, fecha en la que vence la presentación de listas y confían en que será la única que se presente.

Bajo el sol del mediodía de ayer, un dirigente radical explicaba que "una interna en un departamento cuesta un millón de pesos. No tenemos la voluntad de gastarnos ese dinero para pelearnos entre nosotros. Así, lo más probable es que hagamos un gran acuerdo provincial".

Así está el clima entre los aliados radicales. El ánimo es sostener ese acuerdo y seguir adelante. "Seguramente, habrá departamentos en los que será más difícil y habrá más puteada, pero es posible cerrar con todos", decía otro radical.

Sin embargo, este paraíso en el que la mayoría de los radicales irían juntos de la mano hacia la unidad se verá perturbado por la decisión de Armagnague de presentarse en la interna. El ex diputado nacional y 3 veces legislador provincial dice que se está preparando para dar batalla, acusa a la conducción de ser silenciosa y "como decía (Ricardo) Balbín, somos respetuosos de los silencios ajenos, por eso es que vamos a la interna".

El mensaje de Armagnague es claro: "Uno sabe que lo van a hacer cagar, pero no le puedo quitar a mi gente el derecho a soñar. Si no quieren interna, que me llamen, que nos den lo que corresponde a los 50 mil votos que saqué en la PASO de 2011".

Hay otra piedra en el zapato de la interna. Es la senadora nacional Laura Montero. La ex ministra de Economía se ha lanzado también. Dicen en el entorno que en el mismo día de la elección, entre impresión de boletas y fotocopias de padrones para las 1.200 mesas de toda la provincia, la comida de los fiscales, los minibuses, las comunicaciones y otros, se van a gastar unos 500 mil pesos, pero que Laura va a dar la pelea.

Prometen presentar listas de senadores y diputados provinciales. Lo que probablemente falte serán candidatos a concejales en algunos departamentos, pero que van a hacer todo el esfuerzo para tener un menú completo para toda la provincia. Así pues, lo único que queda claro es que la interna costará mucho dinero, como para corroborar que la política es una actividad cara.

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