Los obispos de la Argentina abogaron hoy por el restablecimiento de la "amistad social y la concordia", resaltaron la necesidad de avanzar con "la reconciliación entre los distintos sectores" y alertaron por el crecimiento del flagelo del narcotráfico en el país. El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo, dio a conocer hoy las conclusiones de la reunión que mantuvieron los integrantes de la jerarquía de la Iglesia.

Si bien la principal novedad fue el anuncio de que el papa Francisco no regresará en julio de 2016 a la Argentina -como había sido anunciado oportunamente-, Arancedo explicó los detalles de las deliberaciones junto al cardenal y arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, hombre de confianza y sucesor del sumo pontífice en la catedral metropolitana y flamante vicepresidnte 1° de la Conferencia Episcopal.

El presidente de la conferencia confirmó que en julio de 2016 no vendrá el papa Francisco a la Argentina.

José María Arancedo afirmó que "la Patria necesita avanzar en la reconciliación entre los distintos sectores de la sociedad" y también retomar la "capacidad de diálogo". En la presentación ante la prensa de las conclusiones de la reunión plenaria, afirmó que "la amistad social la concordia y la reconciliación son un punto de partida para trabajar al servicio del encuentro entre los argentinos"

"Hay que promover la capacidad de encuentro para crear y recrear un país para todos", destacó el presidente de la conferencia y también se refirió a los proyectos de reforma del Código Civil y el Procesal Penal: "Tenemos que crecer, hemos perdido la capacidad de diálogo y encuentro, las cosas no pueden ser apresuradas", dijo.

Finalmente, alertó que a los obispos les "preocupa" el avance narco en el país. "El tema se instaló, está en la agenda política, pero notamos que falta mucho. Toda la sociedad tiene que estar comprometida en el combate", concluyó.