Está confirmado que se trató de un suicidio, ya que el joven dejó varias cartas a amigos a modo de despedida, descartándose así la hipótesis del homicidio.

Cabe recordar que una pareja de caminantes encontró el cadáver en las alturas del cerro Las Animas, que se encontraba en avanzado estado de descomposición. Yacía de costado, sobre un mazo de piedra, cerca de la cruz de madera de Las Animas.

En la escena del hallazgo no había rastros de sangre ni signos de algún tipo de violencia. Incluso, el cuerpo estaba vestido y las prendas no tenían señales de rasgaduras ni roturas.

A última hora del domingo se llevó a cabo la autopsia que determinó que murió “por un paro cardiorrespiratorio traumático” ad referéndum de estudios histopatológicos.

 

El rastrillaje

 

El titular de la comisaría Primera, Carlos Villegas, explicó que ayer se dispuso un rastrillaje profundo que concretó personal de esa sede policial, de la DDI y Bomberos en conjunto con Caballería en toda la zona donde se lo había hallado al joven. Allí, en un radio de aproximadamente 100 metros se encontraron distintos elementos vinculados a la causa como un celular con la pantalla rota, sin chip ni tarjeta de memoria, con la tapa trasera partida, un par de auriculares y tarjetas de crédito.

Por el lugar donde se halló el cadáver y el resto de los elementos “se presume que la muerte fue a consecuencia de una caída, porque el cuerpo estaba en una zona bastante empinada y rocosa y los objetos que le pertenecían al joven estaban unos 30 metros arriba de donde se halló el cuerpo. Nos da la presunción de que podría haber caído, el análisis de las lesiones en la cabeza y clavícula muestran que ha caído de cabeza”. 

 

La investigación

Esteban Miguel García era soltero y vivía en Patagonia 1235. Integrantes de su familia aseguraron que si bien había desaparecido hace aproximadamente 15 días, no hicieron ninguna denuncia porque el joven solía irse de su casa y no regresar por varios días, por lo cual no les llamó la atención que eso sucediera.

El fiscal interviniente, Luis Piotti, ordenó un relevamiento por el barrio para recopilar datos que pudieran ayudar a esclarecer el hecho. Los vecinos manifestaron que se trataba de una persona muy callada, reservada y con signos de depresión. 

En tanto, en el domicilio del fallecido se hizo una requisa de su habitación donde hallaron en una bolsa de nylon que estaba dentro de una caja de cartón algunas misivas dirigidas a amigos y distintos familiares donde la víctima expresaba: “Los quiero mucho, los voy a extrañar”. Además, pedía perdón por una decisión como la que iba a tomar, anunciando el fatídico final.