El 16 de septiembre de 1976, en la ciudad de La Plata, fueron secuestrados varios estudiantes secundarios. El hecho se conoce tristemente como "La Noche de los Lápices".

Miles de kilómetros al norte del país, el secuestro y desaparición de personas había comenzado mucho antes del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, a partir del denominado "Operativo Independencia".

La Universidad Nacional de Tucumán fue una de las tantas instituciones víctimas del terrorismo de Estado. Interventores militares, cesantías, secuestros y desapariciones de miembros de la comunidad universitaria, fueron una constante del accionar represivo.

El 16 de septiembre de 1976, en la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia se estaba tomando un examen de la materia Fisiología. En un momento, un hombre ingresó al aula y le preguntó a la profesora por el alumno Juan Francisco Carreras.

El estudiante nacido en la ciudad catamarqueña de Belén se demoró en entregar la hoja porque sabía que ya lo estaban esperando. Ese 16 de septiembre, apenas salió del examen, se lo llevaron. Según algunos testigos, dos vehículos lo esperaban. Se lo llevaron a cara descubierta a las 18, entre los gritos de Juan, quien pedía que alguien hiciera algo.

Una vecina llamó diciendo que "se lo habían llevado", recordó su hermana, Felicidad Carreras ante el Tribunal Oral Federal de Tucumán, en 2013 durante la megacausa "Arsenales II- Jefatura II".

Fue visto por última vez en 1977, en el centro de exterminio que funcionó en el Arsenal Miguel de Azcuénaga.

Juan militaba en el Frente Antiimperialista por el Socialismo (FAS) y su caso es uno de los pocos secuestros que se conocen en la provincia producidos dentro de una sede universitaria.

Hace unos días, gracias al trabajo de los peritos del Colectivo de Arqueología, Memoria e Identidad del Tucumán (CAMIT) y al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) se supo que sus restos fueron hallados en el denominado "Pozo de Vargas".

La UNT, desde la recuperación de la democracia siempre rindió homenaje a los miembros de la comunidad universitaria víctimas del terrorismo de Estado y que formaban parte del cuerpo de delegados de esa unidad académica.

En el patio de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia, junto al mástil, una placa recuerda a los integrantes de esa unidad académica que fueron detenidos y desaparecidos.

Se trata, además de Juan Carreras, de Ramón Bianchi, Nelly Borda, José Cano, Juan Chaparro, Julio del Castillo, Angel Garmendia, Rodolfo Lerner, Humberto Morales, Enrique Sánchez y José Luis Maldonado.