Identifican 29 áreas prioritarias para la conservación de especies amenazadas en las Yungas Australes de Salta y Jujuy

Identifican 29 áreas prioritarias para la conservación de especies amenazadas en las Yungas Australes de Salta y Jujuy

La Fundación para la Conservación y Estudio de la Biodiversidad (CEBio) presentó el lanzamiento de un nuevo trabajo donde se identifican 29 áreas de muy alta prioridad para la  conservación de especies amenazadas de las Yungas Australes de Salta y Jujuy. 

Estas áreas suman casi un millón de hectáreas y la mayor superficie se concentra en: 1) Serranías de Tartagal, 2) desde el Parque Nacional Baritú hasta el Parque Nacional Calilegua, 3) Serranías de Zapla y 4) Serranías de Santa Bárbara, Maíz Gordo y Centinela. El 71 % de la superficie de Yungas Australes identificada como áreas de muy alta prioridad de conservación está categorizada en amarillo en los ordenamientos territoriales de bosques nativos de las provincias de Salta y Jujuy. Esto significa que estas áreas no cuentan con la máxima protección sino que están incluidas en una categoría donde están permitidos usos sostenibles del bosque.

Este trabajo permite delinear las áreas importantes para la conservación que puedan complementar los sistemas de áreas protegidas de las Provincias y de Parques Nacionales ya establecidos, para poder trabajar en una estrategia integral de conservación que incluya a propietarios privados y comunidades originarias. Además, este trabajo permite tomar decisiones desde el sector gubernamental y privado sobre la conservación de la biodiversidad en nuestra región en base a elementos objetivos. Debido a la escasez de recursos económicos y humanos que se dedican a la conservación y a la competencia con otros usos de la tierra es esencial tener un esquema de priorización de áreas de conservación para focalizar allí los mayores esfuerzos y obtener los mejores resultados con el menor de los conflictos.

Este trabajo contó con el apoyo de Whitley Fund for Nature, una prestigiosa organización de conservación a nivel mundial. Desde el año 2014, los biólogos Luis Rivera, Natalia Politi, Estefanía Ruiz de los Llanos, integrantes de la Fundación CEBio y Leónidas Lizárraga, Silvia Chalukian y Soledad de Bustos del Grupo Tapir empezaron a reunir información disponible para siete especies de las Yungas Australes mundialmente amenazadas (Tapir, Pecarí labiado, Loro pinero, Mirlo de agua, Guacamayo verde, Jaguar y Roble criollo) para desarrollar mapas de distribución. Determinaron la huella humana o suma total del impacto de las actividades humanas en base a imágenes satelitales para identificar campos agrícolas, caminos, ciudades y obras de infraestructura. Finalmente, superpusieron los mapas de distribución de las especies amenazadas con el mapa de huella humana y pudieron identificar las áreas prioritarias de conservación para estas especies amenazadas de las Yungas Australes.

Las Yungas Australes albergan una extraordinaria biodiversidad representada por una multitud de especies de plantas, aves, mamíferos, anfibios, insectos, hongos y microorganismos. Además, es el hábitat de especies endémicas, es decir especies con una distribución restringida que solo se encuentran en las Yungas Australes y en ningún otro lugar del mundo. En las Yungas Australes hay numerosos ejemplos de especies de moluscos, anfibios, aves y plantas epífitas endémicas.

Desde el punto de vista humano, las Yungas Australes proporcionan gran cantidad de bienes y servicios ecosistémicos. Los bienes son productos que pueden obtenerse de los ecosistemas naturales y son utilizados por el hombre. De las Yungas Australes se obtiene madera, frutos silvestres, carne de monte, agua y plantas medicinales, entre muchos otros. En cuanto a los servicios ecosistémicos se pueden mencionar la captación de agua y la regulación de la escorrentía y los flujos hídricos en las cuencas de zonas montañosas que proveen de agua en cantidad y calidad a lo largo del año, ya sea para consumo humano o para riego de cultivos. Otro servicio es la protección del suelo y el control de la erosión dado que la cobertura vegetal mantiene firme el suelo y minimiza la ocurrencia de deslizamientos e inundaciones repentinas. El bosque también captura y almacena dióxido de carbono, el principal gas que contribuye al calentamiento global. Localmente, el bosque regula el clima al retener la humedad y enfriar la superficie de la Tierra. Además, el bosque es el hábitat de muchas especies de polinizadores, es decir de animales que permiten que los cultivos produzcan frutos y semillas. La polinización es un servicio que aunque poco perceptible, es muy importante ya que millones de insectos contribuyen gratuitamente a la economía humana. El valor paisajístico y recreativo de las Yungas Australes es enorme, con un gran potencial para el desarrollo del turismo en la región. A pesar de la importancia de las Yungas Australes, en Argentina este ecosistema desaparece por el avance de la agricultura. Según la Secretaría de Ambiente de la Nación, durante el período 2006-2011 se desmontaron casi 48.000 hectáreas de Yungas Australes en las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán y Catamarca.

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