La organización Human Rights Watch (HRW) denunció que ni las autoridades francesas ni las británicas tienen un plan creíble para reubicar al millar de menores sin compañía que viven en condiciones deplorables en el campamento de Calais, en vías de ser desmantelado.

"Las autoridades francesas y británicas están haciendo esfuerzos de última hora para encontrar una solución para estos niños sin la compañía de adultos, pero estos pasos son pequeños y llegan demasiado tarde: no debe cerrarse este campamento hasta que los derechos de los menores estén garantizados", dijo en un comunicado Michael Bochenek, especialista de la organización.

HRW se unió esta semana a otras ONG como Amnistía Internacional (AI) en su preocupación por el destino de los menores y criticó la "falta de claridad" acerca de cómo y cuándo se demolerá el campo, que según las ONG y los medios se iniciará el 24 de octubre.

Alertó que un desmantelamiento improvisado podría ser un caldo de cultivo para las manifestaciones violentas.

Entre el millar de menores solos que ocupan el campamento, unos 400 tienen derecho a cruzar legalmente de Calais (norte de Francia) al Reino Unido debido a los familiares que los chicos tienen en suelo británico, recordó la organización.

Sin embargo, "menos de 50" han cruzado el Canal de la Mancha desde que el desmantelamiento del campamento se considera "inminente".

El destino de los menores, la mayoría de Sudán, Afganistán y Eritrea y que representan entre el 15 y el 20 % de la población del campo, aún no está claro, según la organización.