Hospitales en guardia por la pirotecnia

El Instituto del Quemado dispuso una atención especial para Nochebuena. Y el Infantil, un equipo de psicólogos para niños que sufrieron la explosión.

 

Los distintos centros de salud de la ciudad de Córdoba se preparan para recibir un aluvión de heridos por los fuegos artificiales de estas fiestas. Aunque todos pronostican que la cantidad de lesionados será mucho menor, en comparación con años anteriores.

Tanto el Instituto del Quemado como el Hospital Infantil ultiman los detalles de guardias especiales para asistir la demanda, según informaron especialistas de ambos centros de salud.

Por caso, en el Instituto del Quemado (de Avenida Patria y Libertad) habrá esquemas de dos médicos por guardia durante la noche del 24 y la jornada del 25. “Hace tiempo que recibimos menos heridos por pirotecnia, pero igual tenemos que estar preparados. La mejor manera de evitar estos accidentes es no comprar mercadería peligrosa”, advirtió Margarita Campos, jefa del Banco de Piel de ese centro de salud.

La cantidad de heridos por fuegos artificiales y bombas de estruendo viene en franco descenso. El año pasado, el hospital asistió a 13 pacientes durante enero. Pero en el mismo mes de este año, sólo se debió asistir a un herido. Los especialistas explican esta baja a partir del menor poder adquisitivo de las familias, que prefieren no gastar en pirotecnia.

Otro dato objetivo es el descenso en la cantidad de locales habilitados para vender este tipo de productos. Según datos de la Municipalidad de Córdoba, este tipo de establecimientos disminuyó un 40 por ciento este año, en relación con el 2013.

El miedo no se va. Este año, las miradas estarán puestas en los niños de barrio Alta Córdoba. Ellos fueron los que sufrieron en carne propia los desastres de la explosión de la Industria Química Raponi, que detonó el pasado 6 de noviembre. Para eso, el Hospital Infantil dispuso una guardia de salud mental para asistir a cualquier pequeño que resulte afectado por los fuegos artificiales.

“Hemos armado un equipo de psicólogos que sigue de cerca a los chicos que quedaron con muchos temores. Porque hay varios en los que persisten las secuelas, y que tienen miedo de que haya otra explosión. Estamos en contacto permanente con los familiares de esos niños. Ante cualquier crisis por la pirotecnia, saben que nos pueden llamar”, indicó Luciano Parietti, director del centro de salud municipal de barrio Alta Córdoba.

Los especialistas consultados aconsejan extremar los recaudos de prevención. En primer lugar, hay que controlar que el local esté habilitado por la Municipalidad y autorizado por Bomberos. Después hay que revisar la fecha de vencimiento de los productos que se compren. Por último, mantener alejados a los niños. 

“Muchas veces se piensa que las estrellitas o los globos son inofensivos. Pero hemos recibido casos de quemaduras por estos dos motivos. Lo mejor es no comprar. Y si se adquieren estos productos, tener prudencia. No hay que olvidarnos de la gente de Alta Córdoba. Pensar en ellos y respetar”, finalizó Campos.

En alerta por el sol y los caños de escape 

Directivos del Instituto del Quemado advierten sobre un ascenso en las atenciones por quemaduras de piel y caños de escape. A contramano de lo que acontece con el uso de la pirotecnia, estos dos tipos de accidentes no disminuyen.

“El problema con el sol es que las radiaciones son acumulativas. Si alguien se quema un año, eso se suma a lo del año siguiente. Al final terminamos con arrugas, manchas o, en el peor de los casos, cáncer de piel”, indica Margarita Campos.

Con caños de escape, las lesiones aumentan en verano. Esto es, porque no se usan pantalones que cubran las piernas por completo. El 60 por ciento de los accidentados por este tipo de quemaduras son mujeres. Casi la mayoría iba como acompañante en las motos.

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