Horacio Rodríguez Larreta: “En Cambiemos no necesitamos K y con los piquetes hay que hacer y no hablar”

Horacio Rodríguez Larreta: “En Cambiemos no necesitamos K y con los piquetes hay que hacer y no hablar”

Licenciado en Economía, jefe del Gobierno porteño, pieza clave del PRO

-Se lo ve con bajo perfil mediático, ¿está muy metido en la gestión, es una estrategia o está ...? (No espera el fin de la pregunta)

​-Estoy enchufadísimo con la gestión. Hemos lanzado miles de proyectos en la Ciudad, estoy gran parte del día en la calle, recorriendo, es raro encontrarme acá en la oficina ... (Sede del Gobierno porteño en Parque Patricios, donde se hizo el reportaje)

- ... Le decía si era eso o estaba practicando “la gran Felipe Solá”?

-¿Cuál es la de Felipe Solá? ...

-Felipe alguna vez dijo que para sobrevivir en política hay que hacerse bien el boludo ...

-Ah, no, no ... Yo asumo las responsabilidades. Las circunstancias también hacen que el foco mediático desde lo político hoy no esté puesto en la Ciudad. Es natural, hubo cambio de gobierno y de modelo político en la Nación y en la Provincia ...

-¿Qué es lo que más lo satisface y lo que más le preocupa de esa gestión?

-Lo que más me atrae es la capacidad de hacer. Todo el día veo las transformaciones que hemos hecho. Me encanta el hacer y ver que con lo que hacemos le cambiamos la vida a la gente. Por ejemplo, con haber mejorado notablemente el transporte público.

-Pero el Centro está intransitable. La Ciudad se ha transformado en un infierno por los piquetes y usted lo sabe …

-Soy consciente del problema que generan los cortes. Y de la complicación de la gente, especialmente de quienes circulan por el Centro. Este es un resabio más de 12 años de inacción total, que tenemos que mejorar. Para eso se está concretando el traspaso de la Policía, que se terminará de efectivizar el 1° de enero, conforme lo dice la ley de creación de la Policía de la Ciudad, uno de cuyos ejes es el reentrenamiento. En este tema no hay que hablar, sino que hay que hacer. Y no hacer sin resultados. Hacer hasta encontrar las soluciones. Ordenar la cuestión. Que la protesta no perjudique a quienes no protestan.

-¿No pierden así la batalla del tránsito?

-¡No, todo lo contrario! Yo siento que estamos ganando la batalla del transporte público. No le quepa duda que gracias al metrobús, a los 200 y pico de vagones nuevos del subte y el auge de la bicicleta, hoy la gente viaja mejor en el transporte público. Viaja mucha más gente que hace tres años.

-Lo llevo un poco al pasado bien lejano, ¿qué registro tiene de su infancia?

-Las vacaciones en Mar del Plata. Siempre, dos o tres meses por verano. Me instalaba con mi abuela paterna, Tatá. La recuerdo mucho, fue una figura muy presente en nuestra infancia.

-¿Qué recuerdo especial tiene de ella?

-Que me traía las figuritas de fútbol siempre, yo aprendí a leer con los nombres de los jugadores de esas figu y con la revista El Gráfico. Me sabía todos los equipos de los Mundiales de memoria ...

-¿Y cómo se llevaba con sus hermanos menores?

-Nos peleábamos mucho, como es lógico entre tres varones. Asocio la infancia mucho al fútbol, jugando en la vereda, en Libertador y Coronel Díaz, donde me crié, picados, al cabeza-cabeza, en veredas anchas ...

-Le gustaría esa ciudad ahora ...

-Síííí ... en esa ciudad estaba Miguel, el policía de la esquina, que era hincha de River, los amiguitos de la cuadra, de la plaza ... Ya más de grandes nos íbamos a la cancha en el colectivo 93, iba con amigos. Y más tarde con mi viejo cuando él era presidente de Racing. Aún me veo con aquellos chicos de la infancia; yo siempre siguiendo a Racing. La primera vez que lo vi campeón fue en el 2001, aquel de Mostaza Merlo. Con el “equipo de José”, en 1966, yo tenía un año.

-Ahora lo llevo del fútbol a la política. Parece que en Cambiemos hay mucha interna. Justo ustedes que despreciaban la rosca, que se presentaban como distintos ...

-Yo creo en la política. Llevo hechas en la Ciudad centenares de reuniones con vecinas, participo en timbreos, visito escuelas, hospitales, comisarías. Yo creo en esa política, la de escuchar a la gente.

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