Historia repetida: crítica situación del Basural Municipal

Durante los días que duró el paro de trabajadores municipales, el Ejecutivo ordenó el vuelco en las calles laterales. Aunque la medida de fuerza fue levantada hace una semana, la zona permanece incendiada, con basura en todas las adyacencias. La proliferación de humo no sólo se percibe en los barrios cercanos, también se huele en la zona céntrica durante las noches.

Las adyacencias del Basural Municipal presentaban esta semana una situación sanitaria crítica. El miércoles a la tarde, este medio recorrió el lugar y se encontró con un escenario totalmente descontrolado.

Para los vecinos que habitan los barrios más cercanos al predio, las últimas semanas fueron de humo casi constante, especialmente durante las noches, cuando las condiciones climáticas expanden la toxicidad hacia los cuatro puntos cardinales. En el día, todo depende de la dirección que lleve el viento. Las incidencias de un vertedero fuera de control se sintieron, además, en el centro de la ciudad, mediante un olor persistente a quemado.  

Si bien se trata de una vieja problemática, el largo conflicto salarial de los trabajadores municipales la agravó. Durante los más de 40 días de paro, el gobierno no resolvió una alternativa y permitió que la empresa privada Multipropósito encargada de la recolección siguiera descargando en la zona. Primero en el ingreso del predio y luego en las periferias, peso a contemplarse en el contrato que la Municipalidad puede definir una disposición temporaria en otro lugar (por ejemplo en la CEAMSE) sin que implique un costo adicional para las arcas estatales.

Para peor, a una semana de levantarse la medida de fuerza, apenas se procedió a liberar de basura los caminos de tierra que delimitan el basural, sólo para garantizar la circulación vehicular. Sin embargo, la basura permanece apilada en los costados a lo largo de varios metros, con focos de incendios que generan una nube enorme de humo.

“Es un desastre lo que han hecho”, sintetizó Sergio Almada, presidente de la sociedad de fomento del barrio San Pedro y referente en la lucha contra el basural y sus responsables. El vecino explicó que “cuando arrancó el paro empezaron a volcar en la parte de adelante”. Cuando los residuos cubrieron el sector, “empezaron a tirar afuera del basural hasta que la situación se agravó tanto que la basura llegó a la ruta”.

Durante esas semanas, la Municipalidad aseguró que Multipropósito dejaría de descargar hasta que se solucionara el conflicto. Sin embargo, aquella promesa nunca se cumplió.

“Abrieron la senda de ingreso con una topadora. Pero afuera casi no limpiaron nada, sólo un pedazo del camino que va a la tosquera. Creo que tendrían que haber contratado a alguien para limpiar ese desastre”, expuso Almada.

Las consecuencias la padecen los vecinos, quienes no encuentran respuestas de las autoridades: “Estamos padeciendo muchísimos problemas con el humo, especialmente a la noche. Anoche (por el martes), la ruta 192 estaba prácticamente cortada por el humo. Vecinos del Juan XXIII me dicen que también ellos padecen el humo. Se prendió apenas arrancó el paro, a los cinco o seis días. Y como seguían tirando basura, cada vez se prendía más. Estamos como en los peores momentos”, relató el fomentista.

Al margen del panorama crítico de estas últimas semanas, pocos cambios se registraron en el basural desde marzo de 2016, cuando el Concejo Deliberante declaró la emergencia sanitaria. Un simple repaso por las denuncias mediáticas de los vecinos permite advertir que desde entonces, los incendios fueron recurrentes. En lo próximo, se espera que los concejales traten la primera de las ordenanzas destinadas a definir un plan integrar. El proyecto apunta a los grandes generadores de residuos y a la posibilidad de comenzar a percibir una tasa especial al respecto. Resta que el Ejecutivo termine de definir un programa de acción unificado.

DESCONTROL

Hasta esta semana, la montaña de basura se visualizaba a varios metros del basural, una vez que se ingresaba por el camino de tierra que sale de la ruta 192. En ese tramo aparecían mayormente residuos derivados de la construcción, aunque cubiertos por bolsas con desperdicios domiciliarios que generaban la presencia de perros. 

El punto más crítico comenzaba a poca distancia, justo en la entrada al predio, cuando la calle se divide en dos. Hacia la derecha, con dirección al paraje rural de Sucre, metros y metros de basura ocupaban el límite del vertedero, aunque del lado de afuera. Era una verdadera nube de humo espeso que, sumada al camino polvoriento, dificultaba la respiración por un aire viciado y provocaba el efecto de una niebla cerrada que acortaba la visual. Los pocos recolectores informales que trabajaban parecían espectros.

Los focos de incendios abundaban por todos lados, al igual que los enjambres de moscas. A esa hora de la tarde, el viento arrojaba la producción inmaterial del descontrol en dirección a la ruta 192.

Desde lejos también se veían algunos focos dentro del basural, donde además se encontraba una sola máquina destinada a ordenar algo del desorden generalizado.

Comentá la nota