Historia repetida en Chaco: algo no huele bien en el Gran Resistencia

Historia repetida en Chaco: algo no huele bien en el Gran Resistencia

Pasan los años y el polémico problema de la basura en Resistencia, la capital de Chaco, continúa siendo un karma para los gobernantes de turno. Ya desde la época de la nefasta Aída Ayala que se viene luchando a sol y sombra para darle una solución al predio María Sara que se encuentra saturada de residuos y continúa agigantando ese foco de contaminación muy perjudicial para miles de vecinos capitalinos.

 

Un gran circo llevó adelante la gestión Jorge Capitanich a principios de 2016 para anunciar la puesta en marcha de un novedoso Centro de Tratamiento y Disposición Final de Residuos Sólidos Urbanos con 90 islas verdes que estarían diseminadas a lo largo y a lo ancho de la ciudad. Este proyecto, que establecía la construcción de una Estación de Transferencia de Residuos Sólidos Urbanos y de un Centro de Disposición Final, quedó en la nada a pesar de la insistencia mediática que le dio el ahora gobernador. Irregularidades en la empresa ganadora de la licitación y distintos incumplimientos contractuales una vez adjudicada la obra fueron los detonantes para que uno de los ejes centrales de la anterior administración municipal se venga a pique y no pueda ser reflotado.

Debido a esto, durante sus cuatro años como intendente, Jorge Capitanich se encargó de mantener activo al predio de María Sara, que recibe las 400 toneladas residuos sólidos urbanos generadas por día en la ciudad. También con mucho recelo, no permitió que otros municipios del área metropolitana pudieran ocupar esas hectáreas argumentando que la saturación era tal que se veía imposibilitado cooperar con las localidades hermanadas. ¿Pero una vez que asumió nuevamente como gobernador que determinación tomó Capitanich con respecto a la basura? Nada más y nada menos que gestionar ante el intendente Gustavo Martínez que habilite esta autorización que él tanto se negó a dar.

De esta manera el flamante intendente capitalino tendría que recibir este regalito del montenegrino que ahora en su papel de mandatario provincial quiere pasar a ser más papista que el Papa. Pareciera que Capitanich ya se olvidó que hasta hace poco más de 45 días era intendente de la capital chaqueña y se encontraba “defendiendo” los intereses ambientales de sus vecinos. Pero claro, con las cartas tiradas en la mesa y buscando poner el ojo en la paja ajena ahora busca quedar bien con Dios y medio mundo.

La basura siempre complicó a Coqui

Vale la pena recordar que la basura siempre complicó al actual gobernador, durante la anterior gestión nacional kirchnerista tuvo un procesamiento firme en la causa por supuestos desmanejos con los Programas Municipales de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU). El expediente fue iniciado en 2016 a partir de una serie de irregularidades observadas por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de administración de Mauricio Macri, en los programas para el tratamiento de residuos -entre 2013 y 2015- de la ex Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, dependiente de la Jefatura de Gabinete. En estos también estuvieron involucrados destacados intendentes chaqueños que hoy tienen un gran peso político y ocupan lugares clave para el coquismo, como el presidente de la Cámara de Diputados Hugo Sager (ex intendente de Puerto Tirol) o la fiel defensora del gobernador en el recinto, Claudia Panzardi (ex intendenta de Laguna Blanca). Si bien estos dos últimos recibieron la falta de mérito por parte de la Justicia Federal, el que sí continuó procesado es el mismísimo hermano del mandatario chaqueño, Daniel Capitanich, ex intendente de Campo Largo, por resultar supuestamente a prima facie partícipe necesario del delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública.

Luego esta causa fue totalmente politizada por el macrismo, lo que provocó que perdiera consistencia y confiabilidad por parte de la sociedad chaqueña, más teniendo en cuenta que en muchas localidades sí se habían iniciado las obras de las diversas plantas de disposición final de residuos. Por otro lado, en algunas localidades de aliados del gobernador no pasó nada, como en General San Martín donde ni siquiera se puso un ladrillo y el dinero sí fue girado hacia quién en ese entonces era el jefe comunal, uno del riñón de Coqui: Aldo Leiva.

Más uno se introduce en esta problemática común de la mayoría de los municipios chaqueños y más se empapa de irregularidades, promesas no cumplidas e importantes anuncios de obras magistrales con bombos y platillos. Lo que sí es un común denominador en todos lados, es la falta de políticas serias en materia de cuidado del medio ambiente, tomándose el tema a la ligera y sin darle la importancia que se merece. Lo único real, concreto y contundente, es que las más de 400 toneladas que los vecinos de Resistencia están yendo a parar al predio María Sara, un mega basurero a cielo abierto que se encuentra a menos de 20 kilómetros de la Plaza 25 de Mayo y que se encuentra en total estado de abandono y sin darle el tratamiento adecuado previsto para proteger el ambiente. Así de simple y los gobernantes continúan sin hacer nada.

Comentá la nota