M. D. D. fue víctima de un aparente intento de robo en su casa y piensa que su vida está en peligro. Por eso pidió reservar su identidad. “No me queda otra que ir a vivir a otro lado. Pido que no me saquen fotos porque tengo miedo de que me maten”, explicó ayer mientras retiraba lo que podía llevar de la casa prefabricada en la que vivía con su pareja.

La casilla está ubicada en la manzana G del barrio Valle Hermoso, en Las Talitas. De acuerdo con el informe oficial, la víctima, que tiene 18 años, se trenzó en una pelea con un joven de 28 años cuando este entró en su casa entre las 3 y las 4 de ayer. En la disputa, la víctima le asestó al menos dos puñaladas al intruso, que tuvo que ser internado en el Centro de Salud. Pero, según la Policía, las heridas que sufrió no fueron de gravedad y estaría fuera de peligro. Ante esta situación, la familia del acusado quiso tomar represalias contra el joven dueño de casa. 

El presunto asaltante integra la familia Marchisio. Algunos de los miembros de este núcleo estuvieron acusados de haber participado en varios robos, según informó la Policía. En 2012,Marcelo “Chueco” Marchisio, Pedro Raúl Marchisio y Sergio “Bachicha” Marchisio fueron detenidos, acusados de integrar una banda delictiva que tenía en su poder un arsenal que incluía ametralladoras de grueso calibre. Actualmente están libres, pero la causa se encuentra en proceso.

Durante la mañana algunos de los miembros de la familia, según afirmaron los vecinos, circularon en motos por las inmediaciones de la casa en la que ocurrió el enfrentamiento hasta que, alrededor de las 12, discutieron con la Policía que trabajaba en el lugar del hecho y arrojaron piedras en contra de la vivienda a la que, según trascendió, tenían intenciones de prenderle fuego. “Nosotros no sabíamos que había entrado a robar (por el acusado), ni que ellos lo apuñalaron porque lo encontraron dentro de la casa. Ellos dicen que mi sobrino entró a robar. Pero no sé por qué, ¿qué le puede robar de esa casita?”, increpó María Marchisio,mientras que las cuatro mujeres que la acompañaban arrojaban piedras contra la casa.

La Policía hizo varios disparos de postas de gomas al aire para evitar que las mujeres avanzaran hacia la vivienda en la que M.D.D. se apuraba para sacar sus cosas. 

“Además, si él entró a robar, no era para que le haga lo que le hizo. Él (por la víctima del robo) tenía que retenerlo y llamar a la Policía o de última pegarle con un palo en la cabeza y descomponerlo. No cocinarlo a puñaladas y encima se está escapando. Mínimo tiene que estar en cana”, (sic) agregó Marchisio.

Sin embargo, los vecinos apoyaron a la víctima. “Si entran a robar uno se tiene que defender, ¿qué otra te queda? Los vecinos nos tenemos que juntar porque ellos (por los Marchisio) no pueden dominar el barrio”, dijo Cristina Urruti. La tensión en Valle Hermoso no se disipó, pero M.D.D. huyó. La fiscala VI° no ordenó que aprehendieran ni al asaltante ni al joven que lo apuñaló.