"Hijo de remil p... y ladrón": ¿Quién es el candidato alperovichista López?

Apenas escuchó su nombre, Sergio Schoklender lanzó: "Hijo de remil p... y ladrón". Se refería a José Francisco López, actual secretario de Obras Públicas del ministerio de Planificación de la Nación, a quien acusa de recibir coimas y, sobre todo, de "destruir" el plan Sueños Compartidos.
López pasó a ser el principal interlocutor de Schoklender para los contratos de viviendas de la Fundación de Hebe de Bonafini cuando falleció Néstor Kirchner. "Cuando Néstor muere todo quedó en manos de Josecito. A él le viene bien este escandalete por las causas que tenía por enriquecimiento ilícito", aseguró Schoklender.

Las balas fueron precisas: Schoklender embistió contra López y aseguró que su jefe directo, el ministro de Planificación, Julio De Vido, "no tenía idea" de sus movimientos.

Este ingeniero tucumano de 53 años forma parte de la pingüinera desde 1994, cuando asumió como presidente del directorio del Instituto de Desarrollo y Vivienda de Santa Cruz. Desde el inicio de la presidencia de Néstor Kirchner está a cargo de Obras Públicas y en este lapso su patrimonio se multiplicó más de seis veces.

Entre sus propiedades, López cuenta con casas en Río Gallegos, terrenos en Tucumán, lotes en El Calafate y de una planta producción de tabaco y caña de azúcar, la Araceliti. Esa empresa emplazada en la vivienda de sus padres en Concepción de Tucumán, amplió sus horizontes: hace más de dos años fue habilitada para dedicarse a construcciones viales, de arquitectura y otras obras de infraestructura.

A pesar de su peso en la gestión y aunque siempre mantuvo contacto directo con Néstor Kirchner, nunca tuvo demasiadas apariciones públicas. La administración de los frondosos fondos destinados a infraestructura nacional le otorgó un poder que el ex presidente monitoreó, incluso en la presidencia de su esposa.

Pero después de la muerte de su padrino político, en octubre del año pasado, López heredó el manejo exclusivo de la chequera para la obra pública a repartir entre los intendentes del conurbano y los gobernadores provinciales.

Este año, Cristina Kirchner dejó a cargo de López dejó un presupuesto de más de $ 31.000 millones.

Schoklender no fue el primero que puso a López en la mira. En julio de 2008, por requerimiento del fiscal Federico Delgado, se abrió un expediente que quedó a cargo del juez federal Daniel Rafecas por enriquecimiento ilícito.

El origen de esa causa fue una denuncia ómnibus realizada por el abogado Ricardo Monner Sans, en base a una investigación periodística del diario Crítica de la Argentina. "Por entonces, me llamó la atención el incremento patrimonial que mostraban las declaraciones juradas de varios funcionarios kirchneristas y consideré que merecía una investigación judicial", recordó el letrado.

En esa presentación el letrado también pedía que se investigue entre otros, a De Vido, Ricardo Jaime, Guillermo Moreno, Enrique Albistur y Carlos Santiago Kirchner. Este último, primo del ex presidente, al frente de la Subsecretaría de Coordinación de Obra Pública Federal, trabajaba codo a codo con López.

"Preocupa que desde el 2008 no haya trascendido cuál es el avance de la causa, porque en todo este tiempo López siguió administrando millones", agregó Monner Sans.

Otras causas que investigan a la administración pública kirchnerista también tocan de cerca al secretario de Obras Públicas. López, tuvo bajo su mando al pampeano Raúl Rodríguez, quien renunció a su cargo cuando estalló el caso Skanska y el ministerio de Planificación quedó bajo la lupa.

Además, según revelaron informes solicitados por el juez federal Claudio Bonadio, el secretario López habría acompañado a De Vido en algunos de los viajes en helicóptero investigados en la causa que acusó al ministro de haber hecho campaña con fondos públicos.

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