A Mohamed Abdelsman se lo ve incómodo, preocupado. Cabizbajo y con un gesto apesadumbrado. Uno de sus hermanos murió tras estallarse en los ataques del viernes en París, y otro es intensamente buscado como sospechoso de ser uno de los ideólogos de los atentados. Él jura que no tiene nada que ver con las actividades de sus hermanos. 

Mohamed, empleado del Ayuntamiento de Molenbeek, barrio de Bruselas en el que vive, fue detenido el sábado, pero la justicia lo liberó sin cargos en su contra luego de que el juez de instrucción lo interrogara. Al hablar con la prensa en la puerta de su casa, la misma en la que Salah fue criado y realizó sus estudios, dijo que no sabe dónde está su hermano.

“No sabemos dónde está, con toda esta tensión no sabemos si se va a atrever a entregarse”, aseguró. También afirmó que su familia se enteró de los atentados en París por televisión y que “de ninguna manera pensamos que uno de mis hermanos estaba relacionado con este ataque”.

“Mis padres están en shock y aún no se dan cuenta de lo que pasó”, agregó. “De ningún modo estoy vinculado, directa o indirectamente a lo que pasó en París el viernes 13”, dijo. “Nunca tuve problemas con nadie”, afirmó. 

Ese barrio belga, centro de los allanamientos y redadas policiales de los últimos días en busca de terroristas, realizó ayer una  manifestación en solidaridad a las víctimas de los atentados. Fue en esa oportunidad que Mohamed y miembros de su familia fueron vistos en el balcón de su vivienda colocando velas encendidas.

Molenbeek es desde hace décadas uno de los escondites preferidos de todos los yihadistas europeos por las facilidades que encuentran para pasar inadvertidos en sus calles y por la fuerza de las redes de tráfico de armas. 

Los servicios secretos belga y francés creen que todas las armas y los explosivos utilizados en los atentados del viernes en París salieron de Bélgica y que los ataques, aunque ideados en Siria, se organizaron en Molenbeek.

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El distrito tiene unos 90.000 habitantes con más de un 30% de desempleo y una fuerte presencia de inmigración de origen magrebí. En algunas calles, la tasa de inmigración alcanza el 80% de los residentes. 

Fuente: Agencias