La herencia de Vidal: siete oficinas para abarcar la política de género

La herencia de Vidal: siete oficinas para abarcar la política de género

La ex diputada bonaerense y Subsecretaria de Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, Lucía Portos, comentó a La Tecla la realidad que encontraron en la administración pública.

La exdiputada bonaerense y actual Subsecretaria de Políticas de Género y Diversidad Sexual, Lucía Portos, cuestionó el abordaje de la problemática en la gestión Cambiemos.

-Desde Diputados lanzó críticas a la gestión anterior. Cuando llegaron al Ejecutivo, ¿con qué se encontraron?

-Con el mismo diagnóstico que hizo Axel: con tierra arrasada y escasísimas políticas para atacar la desigualdad estructural, que, en definitiva, es la que después termina llevando a la violencia.

Y con muchos anuncios marketineros. Una ley Micaela que fue aprobada en la Legislatura en tiempo récord pero que después fue ejecutada en la administración provincial de forma deficiente, con muy pocos funcionarios capacitados y con una perspectiva completamente atrasada respecto a las demandas actuales, y hasta te diría con desidia por cómo eso se llevó adelante. Todas las políticas de género se pensaban en este edificio que tiene siete oficinas. Eso te da el impacto real respecto a lo que hacían

-¿Y cómo se reconstruye esa “tierra arrasada”?

-Pensando políticas específicas para cada uno de los grupos, porque nuestra concepción de género es interseccional, es decir que no sólo estamos hablando de desigualdades por razones de género, sino que además se acumula con otras desigualdades, como la feminización de la pobreza, los accesos a los bienes culturales, la educación o la salud; y todo eso va recrudeciendo las distintas situaciones de vulnerabilidad y nos lleva a pensar una política pública de un abanico enorme.

-¿Qué es la feminización de la pobreza?

-La pobreza como tal es un fenómeno multicausal y afecta a las, los y les bonaerenses de maneras diversas; y la realidad es que las mujeres y, obviamente, las personas de la comunidad LGTBIQ, sufren primero que nadie las medidas de ajuste, siendo expulsadas del sistema.

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