Heit y Olivera se negaron a declarar en la última jornada de testimonios

Heit y Olivera se negaron a declarar en la última jornada de testimonios
La periodista y su esposo se negaron a declarar en la última jornada de declaraciones testimoniales del juicio al que son sometidos como acusados de mantener cautiva durante tres meses a una mujer en su casa de Coronel Suárez, en 2012.
Los dos acusados se negaron a declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal TOC 1 de Bahía Blanca, cuyos integrantes dispusieron entonces continuar con los últimos testigos, todos ellos solicitados por la defensa.

Gustavo Villanueva, quien se desempeñó como operador de LU36 Radio Coronel Suárez y que trabajó los días sábados en un programa de la ONG Visión 21, impulsada por Heit y Olivera, describió ante los jueces en qué consistía el programa que la pareja tenía.

"ONG Visión 21 tenía un programa los sábados a la mañana y se vinculaba con centros de estudiantes y actividades con el resto de la sociedad para difusión y beneficio de algunas instituciones", dijo.

El testigo recordó que a uno de los programas de los sábados, en octubre de 2012, asistió Sonia Molina, la mujer que denunció a la pareja, a quien describió como "una persona muy delgada, que iba a hablar de su infancia, de lo que había sido de dura su infancia, y que supuestamente había sido violada en su juventud".

"Se le iban haciendo preguntas y ella (Molina) respondía. Estaba muy triste, una voz calma, apagada, muy delgada y con ropas grandes", expresó Villanueva.

El hombre recordó que Molina había concurrido a la radio con Heit y que "en el tono que se dio la entrevista, era una nota seria".

Al ser consultado sobre si conocía a Jesús Olivera, el testigo comentó que sí porque "fue a un programa en alguna oportunidad, aunque se quedó en el control. Hablamos de música, me contó que vivía en Rosario", recordó.

Tras culminar la sexta jornada del debate, los jueces pasaron a un cuarto intermedio hasta mañana a las 10, cuando continuarán con los alegatos.

El matrimonio está acusado de reducir a la servidumbre, lesionar gravemente y estafar a Molina, y en el caso del hombre, también de abusar sexualmente de ella.

El caso comenzó a investigarse en noviembre de 2012 cuando, según la denunciante, logró escapar de la casa de la pareja, que la había atraído mediante un ardid religioso y que durante ese tiempo la sometió a diversos abusos y vejaciones.

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