Héctor Navarro: "El gobierno de Maduro es un régimen de facto"

Héctor Navarro:

El ministro preferido de Chávez, conocido como el "León Trotsky" bolivariano, es ahora uno de los mayores críticos del presidente

CARACAS.- "A ése lo estamos investigando." El vicepresidente Tareck El Aissami, responsable del Comando Nacional Antigolpe, puso fin a la militancia en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de Héctor Navarro (67 años), antiguo responsable de Educación con Hugo Chávez y también su ministro favorito. "Fueron órdenes de Diosdado Cabello", señala el "León Trotsky" de la revolución, como lo bautizaron sus enemigos internos, que no tiene pelos en la lengua para denunciar la deriva de un "régimen de facto" al que "no le interesa la democracia" y que "viola abiertamente la Constitución".

Navarro responde con calma ("si yo soy Trotsky, ¿quién es Stalin?"), sin acritud, reivindica los "logros" del gobierno de Chávez, del que fue parte y que incluso llegó a presidir durante su enfermedad en ausencia de Maduro por orden del propio "comandante supremo". El intelectual izquierdista señala a su acusador El Aissami, protagonista de un "ascenso meteórico": sólo era un estudiante en la Universidad de Mérida cuando, en 1999, el hoy creador de la revolución chavista le pidió a él, perteneciente a un núcleo de profesores procedentes de la universidad, que acometiera la transformación de la educación.

Cuenta la historia que Stalin odiaba a Trotsky, pero que éste luchó hasta el último momento por la verdadera revolución bolchevique. "Las acusaciones de Estados Unidos contra El Aissami [sancionado por narcotráfico] son muy graves, de enorme trascendencia", subraya Navarro, que junto con Jorge Giordani, antiguo vicepresidente y gurú marxista de Chávez, entona las críticas más duras desde dentro de la revolución contra el madurismo.

"Chávez se puso en contacto con nosotros en 1992, incluso Giordani fue su tutor de tesis durante la estancia de Chávez en la cárcel tras el golpe del 4-F. Éramos el gabinete en la sombra de un militar nacionalista y profundo cristiano católico. Nicolás Maduro barrió con todos los que éramos el equipo de Chávez desde los 90. Tiene derecho a hacerlo, pero lo que no puede es rodearse de bandidos, ladrones o personajes con historial de abusos."

Cuando está a punto de celebrarse el cuarto aniversario de la muerte del líder bolivariano, Navarro está convencido de que durante sus últimos tiempos a Chávez lo blindaron para ser coartado, entre su familia y los dirigentes más importantes del gobierno, una maniobra que terminó con Maduro ungido para la sucesión. ¿Resultado? "El primer problema que tenemos es Nicolás Maduro, responsable del desastre que sufrimos ahora. Chávez sí tomaba decisiones, Maduro no. Esto va en sentido opuesto al socialismo."

Navarro teme que el atrincheramiento de quienes fueron sus compañeros de sueños acabe provocando un baño de sangre "que sólo les interesa a unos pocos, a los que están vinculados al poder" y a los grandes empresarios, "que financian al gobierno y a la oposición". El ex ministro se sitúa en las cercanías de Marea Socialista, corriente revolucionaria crítica del chavismo a la que el Consejo Nacional Electoral "rechaza su inscripción porque su nombre no evoca el de un partido".

-Ustedes han denunciado sin tapujos la corrupción dentro de la revolución, sobre todo a través del sistema de Cadivi, la antigua Comisión de Administración de Divisas, encargada de repartir los dólares preferenciales del Estado entre los elegidos en medio de un sistema de control de cambios.

-En 2012, el ministro Jesús Farías dijo que aquí se fugaron 300.000 millones de dólares, pero los cálculos de Marea Socialista son de 500.000 millones de dólares, más que la deuda externa del Tercer Mundo.

-¿Por qué no se detiene a los corruptos?

-Los presos nunca son los importantes. Los grandes se fueron con el dinero.

-¿Se están perdiendo lo que usted considera fueron logros de la revolución?

-Es indignante, inaceptable, para una revolución que se dice socialista, ver a esos niños de la calle que parecen pajaritos, a esas familias comiendo basura en las calles. Chávez no lo hubiera permitido.

-Al venir hacia aquí, hemos visto varias colas ante las panaderías, una imagen que se ha convertido en habitual en las calles del país y que el gobierno atribuye a una extraña conspiración.

-Que falten alimentos como el pan tiene que ver con los manejos de generales como los Osorio, señalados por todos lados. ¡El pan es vital en todo el mundo! El gobierno tiene que garantizar que les llegue a todos. No estoy diciendo que no haya guerra económica, pero ésta empezó contra el propio Chávez.

-¿Qué busca el gobierno con estas prohibiciones y con la amenaza de ilegalizar a la mayoría de los partidos y que ha criticado incluso el Partido Comunista?

-Es un apretón de tuercas de un régimen de facto que gobierna a través de decretos, donde no hay control de gastos, donde el auditor de la nación habla de nepotismo positivo [Manuel Galindo Ballesteros, auditor general de la república, colocó a 13 familiares suyos en el organismo].

-¿Cuáles son los indicadores que confirman la deriva del gobierno de Maduro?

-Primero, la suspensión del referéndum revocatorio, que fue una conquista de Hugo Chávez, que figura en muy pocas constituciones del mundo. El pueblo tiene derecho a elegir, pero el gobierno hizo trampa. Yo ya dije que hay que garantizar el derecho al referéndum porque está en la Constitución. Eso sí, yo no voy a recoger firmas contra Nicolás Maduro, porque sacarlo es poner en el poder a la ultraderecha. Sería un salto al vacío.

-Y después llegó la suspensión, no se sabe hasta cuándo, de las elecciones regionales...

-Estamos ante algo absolutamente contrario a la Constitución, los gobernadores actuales, que debieron ser renovados en diciembre, están fuera de la Constitución. La pregunta es: ¿qué pasará cuándo toquen las elecciones presidenciales? El problema es Nicolás Maduro, este gobierno viola abiertamente la Constitución, no le interesa la democracia.

-En las últimas semanas el gobierno ha apostado por un mayor control social a través de la operación masiva del carnet de la patria (un documento de identidad para racionar la comida).

-Maduro toma medidas del Fondo Monetario Internacional, el carnet de la patria es una de sus recomendaciones como medida compensatoria. Chávez se opuso al carnet del partido, porque habría generado abusos, como en la URSS.

-Maduro fustiga duramente en sus retransmisiones televisivas a la oposición, pero también a los críticos como usted.

-Eso es una locura. Ni al presidente ni al gobierno les hace bien insultar a la gente, llevándolo al tema personal. No tiene sentido político. Maduro no puede tapar el sol con un dedo. La crítica es fundamental, el principio de la dialéctica.

Comentá la nota