De CFK a Hebe: “A las dos nos persigue el Poder Judicial”

De CFK a Hebe: “A las dos nos persigue el Poder Judicial”

La ex mandataria habló con la líder de las Madres y le aseguró que “es un embate del gobierno de Macri” contra ellas.

 

El teléfono suena varias veces. Las últimas luces del soleado martes 16 que entran por la ventana obligan a la líder de las Madres a entrecerrar los ojos. ¿Sería el llamado que estaba esperando? La octogenaria mujer levanta el aparato. “Hola, Hebe. Soy yo. Cristina”.

La conversación trae alivio en el edificio de Yriyogen, especialmente para la histórica luchadora que hoy está procesada. “A las dos nos pasa lo mismo. Es el embate del Poder Judicial y del gobierno de Macri contra nosotras”, la reconforta la ex presidenta. La última vez que se habían visto había sido un mes atrás, en una reunión privada entre las dos mujeres fuertes de la oposición en el Instituto Patria, y Bonafini aguardaba con expectativas un mimo de su líder política. El diálogo, desconocido hasta ahora, revela que la preocupación por la situación procesal de Hebe es muy grande en el kirchnerismo. La mancha del gigantesco desfalco que ocurrió entre la Fundación que ella lidera y su otrora “ahijado”, Sergio Schoklender, podría manchar hasta el pañuelo más blanco.

El fallo que dictó el juez federal Marcelo Martínez De Giorgi, y que dejó procesados a Bonafini, los hermanos Schoklender, a los ex secretario y subsecretario de Obras Públicas, José López y Abel Fatala, y a 17 personas más, antiguos funcionarios y personas relacionadas a la Fundación de las Madres (además de trabarle un embargo de $250 millones a cada uno), promete ser un escándalo mayúsculo. Las oscuras maniobras con el dinero que salía desde el Ministerio de Planificación de Julio De Vido -por ahora no se le encontraron pruebas suficientes en su contra, aunque eso puede cambiar cuando llegue el juicio oral-, y que iba hacia el proyecto “Sueños Compartidos”, que comandaba Sergio y que se suponía iba a edificar 4500 viviendas en el país, tiene todos los condimentos: traiciones imperdonables, aprietes y escenas de violencia, lujos desmedidos, 400 millones de pesos desaparecidos y una matriz corrupta que podría llegar hasta lo más alto del Estado K. Es la cara oculta de la década ganada.

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