Harto de la inseguridad, cierra su empresa y se va del país: “Se lo dedico a la Municipalidad”

Harto de la inseguridad, cierra su empresa y se va del país: “Se lo dedico a la Municipalidad”

La firma de venta mayorista de productos químicos Slim Comercial cerrará el próximo mes. “Pasamos por robos y un incendio, reconstruimos la empresa de las cenizas y nos hacen la vida imposible”, expresó su dueño, quien dejó Mar del Plata y se radicó en España.

En el 2002, la crisis económica que había estallado en el país impulsó a Martín, como a miles de argentinos, a irse del territorio en busca de nuevas oportunidades. El joven, con alma de comerciante, dejó atrás su emprendimiento en Mar del Plata y se radicó en España, pero tres años después, en 2005, se animó a regresar y volvió a apostar por su país. Creó su propia empresa de productos químicos en la ciudad, contrató empleados y se esforzó para prosperar; con el tiempo sufrió varios robos y hasta reconstruyó su pyme de las cenizas tras un voraz incendio sospechado de ser intencional. Hace poco, harto de la inseguridad, de la presión tributaria y de las permanentes exigencias para habilitar un local, a los 45 años tomó la difícil determinación de volver a irse de la Argentina y en semanas bajará definitivamente la persiana de su emprendimiento, decisión que le dedica exclusivamente a “toda la Municipalidad de General Pueyerredon”.

La historia de Martín Merino (45) es la de muchos comerciantes de la ciudad, que invierten en abrir su negocio, trabajan cuando la economía acompaña pero aún más cuando los números aprietan, hacen frente al incremento de costos y se las ingenian para mantener a sus familias cuando el trabajo decae.

Tras leer en los diarios y en redes sociales sobre el cierre de negocios en la ciudad, esta vez le tocó a él. “Lamentablemente me veo obligado a tomar una decisión que no quería tomar. Estamos cerrando las puertas de Slim después de muchos años y sacrificio”, contó Martín, dolido por la determinación.

Durante los últimos años, Slim Comercial se desarrolló como empresa mayorista de productos químicos. Comercializa diferentes marcas, es representante de Vasana Escencias y Wacker Silicones de Alemania y cuenta con un amplio stock. Su local comercial, entre rejas por los robos, funciona en avenida Champagnat y Saavedra y desde hace años cuenta con un galpón en el barrio Santa Rita que tiempo atrás fue víctima de un fuerte incendio presuntamente intencional y provocado por un tercero.

 

El escenario económico adverso, la sucesión de episodios delictivos que sufrió tanto en el comercio como a nivel personal, la presión impositiva y la falta de respuestas que obtuvo por parte de la Municipalidadgeneraron las condiciones para que Martín y su familia decidieran, hace poco, irse una vez más de Mar del Plata y del país para radicarse en España, en busca de un cambio de vida y de poder “trabajar tranquilo”.

Robos, incendio y amenazas

En el 2015 Slim Comercial fue víctima de un violento robo. Una banda de delincuentes ingresó al galpón que la firma tiene en De Los Inmigrantes al 300 haciendo un boquete en la construcción lindante. Una vez adentro realizaron otro boquete para llegar hasta uno de los baños y en ese sector una vez más destrozaron una pared para llegar hasta las oficinas. Allí revolvieron todos los escritorios y hallaron 20 mil pesos en efectivo y cheques. Luego cargaron una camioneta Kangoo azul de la empresa con mercadería, el dinero y computadoras y huyeron.

“Fue tremendo. Se llevaron mercadería en la camioneta, que apareció esa noche cerca de las 22, después de haber sido utilizada por los delincuentes para cometer otros robos en diferentes puntos de la ciudad”, describió Martín al recordar aquel episodio y aportó un dato insólito: “Los ladrones se olvidaron en la camioneta una tarjeta de memoria con la cual iban poniendo música mientras seguían robando. Increíble. Pero a través de esa tarjeta pude saber quién era, escuchar audios e identificarlo por Facebook. Llevé todo el material a la policía, pero no tuve respuesta”. La cuestión legal llevó años pero “quedó en la nada”.

Octubre de 2016. “Ardió un galpón de productos químicos y sospechan que fue intencional”. El titular en la tapa del Diario LA CAPITAL refleja el siguiente episodio que atentó contra el emprendimiento de Martín: un incendio que dejó prácticamente en ruinas a le empresa.

 

Video: Pablo Funes – @dronmardelplata

A raíz del voraz incendio, el techo del lugar se cayó casi en su totalidad al igual que las paredes. La pérdida fue prácticamente del cien por ciento. En el interior del galpón había una camioneta pero no se encontraba ninguna persona al momento del siniestro.

El comerciante asegura el episodio “fue intencional” y que a través de las cámaras de seguridad “se ve cómo en el galpón de al lado una persona lleva a las 3 de la madrugada un bidón con nafta para provocar el siniestro”.

Con su empresa destruida y la cuestión legal en curso para determinar las causas del incendio, Martín contó que empezó a recibir amenazas mientras avanzaba la investigación. Al poco tiempo, sus padres fueron víctimas de un violento robo en su casa, seguido de un intento de robo en su vivienda familiar. Conectados o no, los sucesos generaron “un desgaste”.

Pese a todo, decidió seguir. Invirtió en volver a levantar su empresa y continuó apostando a su emprendimiento, confiando en sus empleados, sus clientes y su capacidad para salir adelante. Pero la pelea, en los últimos años, siguió con la Municipalidad. 

Hace un año, en abril de 2018, Martín volvió a decir adiós a su país y regresó a España con su mujer y sus hijas “harto de la inseguridad, porque eso no se negocia”. Dejó el local en Mar del Plata a cargo de sus “empleados de máxima confianza” y desde Europa siguió monitoreando el funcionamiento de la empresa.

La habilitación interminable

No son solo los robos. La bronca de Martín, también, creció hacia la Municipalidad y la gestión de gobierno tras lidiar años con la habilitación comercial.

“Pagué miles y miles de pesos para poder habilitar el negocio ysiempre falta algo. A pesar del incendio, de los robos y de todo, nunca alguien de la Municipalidad se acercó a ver mi situación; solo vinieron a pedirnos más plata y a exigir más obras; siempre faltaba algo”, expresó.

 

“Hace tres años que estamos pagando a gestores para terminar la maldita habilitación con importes y reformas de altísimo costo que nos exige la Municipalidad”, explicó Martín y contó que paga sistemas de alarma y pólizas de seguro porque “nadie cuida nuestros intereses” y compite con “gente que trabaja en la clandestinidad con empleados en negro y trabajando bajo paupérrimas condiciones”.

Martín tiene tres empleados de máxima confianza y lleva tres años “peleando” para obtener la habilitación del local en el que vende productivos químicos. Entre arreglo y arreglo del tren delantero de su vehículo por el mal estado de las calles y la presión tributaria en aumento, la gota que rebalsó el vaso, contó, se produjo hace poco y tuvo como protagonista a una trabajadora del Municipio.

“Vino una inspectora y de muy mala manera, después de tres años de aggiornar las instalaciones con una sala de fraccionado, el alcantarillado y todo lo que nos piden, ahora nos exige que tiremos abajo los dos baños y hagamos vestuarios, rompamos el techo, etcétera, cuándo en realidad está todo en condiciones de habilitación”, detalló.

 

La situación, cabe señalar, se da en medio de un contexto económico adverso en el que tanto negocios históricos que marcaron una época de Mar del Plata como también nuevos emprendimientos, bajan la persiana y cierran definitivamente.

El mes próximo Slim Comercial cerrará definitivamente y su dueño indemnizará a los tres empleados, a dos de los cuales -asegura- ya les consiguió trabajo.

“Este cierre se lo dedico a toda la Municipalidad de General Pueryrredon. Muchas gracias por todo el apoyo. El día que se den cuenta de que los que aportamos y pagamos impuestos no lo puedan hacer díganme, ¿de dónde van a cobrar esas regalías? Digo regalías porque sueldo es para los que trabajan”, expresó, ironía mediante.

Para sus clientes, en cambio, Martín solo tuvo palabras de pleno agradecimiento por haber confiado en su empresa. En las próximas semanas el local liquidará toda su mercadería hasta el cierre, que concretaría a mediados de mayo.

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