En la inspección ocular de la escena del crimen y el posterior rastrillaje en el descampado donde el lunes apareció el cuerpo de Juan “Guitarrón” Márquez (31), los investigadores encontraron tres huellas de pisadas distintas, según la información recabada por Diario Patagónico sobre el avance de la causa.

De ese modo, se refuerza la hipótesis policial de que participaron varias personas en el homicidio y que “Guitarrón” fue llevado con vida hasta ese lugar, donde lo remataron de un golpe en la cabeza con un objeto contundente.

Este golpe le provocó el derrame de masa encefálica que también fue hallada en el lugar junto con fragmentos de hueso del cráneo encontrados a metros de donde quedó el cuerpo.

 

SIN PRECISIONES

La fiscal Cecilia Codina es la encargada de llevar adelante la causa que busca establecer quiénes son los autores del crimen de Márquez.

Codina le explicó ayer a Diario Patagónico que los resultados de la autopsia no le han entregado mayores precisiones con respecto al horario posible del fallecimiento. Ya que al momento de realizársele los exámenes forenses -el martes al mediodía- lo único que se pudo establecer es que la muerte se produjo al menos unas doce horas antes de practicado el estudio.

La última vez que lo vieron a “Guitarrón” fue a las 3 del lunes, luego de haber compartido con sus amigos durante la noche del domingo cuando se juntaron a ver el partido Independiente-Boca y cenaron unos pollos que habían sobrado de una feria que habían realizado al mediodía.

De esa manera, se cree que a Márquez lo mataron entre las 3 y las 18 del lunes.

Además, según un dato que manejan los investigadores es que lo habían amenazado. Por esa razón, buscaba no quedarse siempre en un solo lugar. Había estado parando en una vivienda del Máximo Abásolo, pero también había visitado a otros amigos donde pernoctaba. Alguien lo buscaba para matarlo.

En 2010 a “Guitarrón” lo investigaron por drogas, luego de haberle hallado en su vivienda al menos 27 envoltorios de marihuana. La policía había llegado por casualidad al hallazgo de la droga, a partir de un allanamiento que se efectuó por una agresión que habían sufrido policías de la Seccional Séptima en el barrio Máximo Abásolo.

Además, en enero de 2012, Márquez estaba sentado de madrugada afuera de su vivienda en Sargento García al 3.300 cuando pasó un automóvil por la calle con dos hombres a bordo y comenzaron a dispararle. Un balazo le perforó la clavícula izquierda y otro le rozó el mentón. Se salvó de milagro, fue hospitalizado y no quiso radicar la denuncia. En esa oportunidad, la policía consideró el ataque como un enfrentamiento entre grupos.