Hacienda estimó que la presión tributaria se elevó 10 puntos del PBI en ocho años

Hacienda estimó que la presión tributaria se elevó 10 puntos del PBI en ocho años
En 2013 alcanzó una marca récord de 32,4% del producto a nivel federal. Avanzó 0,7 puntos porcentuales en un año en el que todavía está en duda cuánto creció la economía. Si se agregan los tributos provinciales y municipales la carga fiscal treparía a más de 47% del PBI

Así surge del último informe trimestral de la Dirección Nacional de Investigaciones y Análisis Fiscal correspondiente al cuarto trimestre y resultado global de 2013, que difundió la Secretaría de Hacienda, a cargo de Juan Carlos Pezoa.

"En 2013 la recaudación de impuestos nacionales alcanzó los 858.832,4 millones de pesos, monto que resultó 26,3% superior al registrado en 2012. Con este incremento, la presión tributaria alcanzó un nivel récord de 32,41% del Producto Bruto Interno, que superó en 0,7 puntos porcentuales al registrado en el año anterior", indica el informe oficial.

Para la conversión de lo recaudado por los diferentes tributos sobre la actividad interna, el comercio exterior y aportes y contribuciones a la Seguridad Social, Hacienda utilizó una estimación del valor del PBI de 2,68 billones de pesos a valores corrientes.

Como es habitual, y remarca cada mes Pezoa cuando acompaña al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, en la difusión y análisis de la recaudación tributaria, el trabajo destaca como determinantes del sostenido aumento de los ingresos "los incrementos de las transacciones, las importaciones, las remuneraciones y los precios. También, colaboraron las mayores ganancias obtenidas por las sociedades y las personas físicas y los ingresos por el régimen de percepción sobre consumos realizados fuera del país con tarjetas de crédito y/o débito y la adquisición de pasajes y servicios de viajes y turismo al exterior".

Nada se dice del aporte de la inflación al no actualizarse los mínimos no imponibles

Nada se dice del impacto del denominado impuesto inflacionario que cobra la DGI al no actualizar por la variación de los precios de la economía el mínimo no imponible, las deducciones especiales a todos los contribuyentes y mantener desde hace más de diez años la veda a las empresas para que ajusten sus balances por la variación del Índice General de Precios Mayoristas que elabora el Indec.

Imitadores perfectos

Tampoco se hace mención que si se agregan los impuestos provinciales, las tasas municipales y el efecto de la inflación que se cobran en todo el país la presión tributaria global se eleva a más de 47% del PBI.

En el caso particular de las provincias el informe de Hacienda muestra un crecimiento sostenido de la presión tributaria: en 2005 era equivalente a 4,12% del PBI, aumentó moderadamente hasta 2009 cuando representó 4,63 del producto, pero desde entonces, y en paralelo a la aparición de urgencias fiscales, los impuestos cobrados por el conjunto de las jurisdicciones se intensificó al punto de ascender en 2013 al récord de 6,51 puntos porcentuales de la agregación de riqueza en un año.

Mientras que no hay datos oficiales agregados del conjunto de municipios, pero se estima que acompañaron la tendencia nacional. Actualmente detraen de los bolsillos de las familias y del sector productivo y de servicios el equivalente a otros seis puntos del PBI.

Pero no sólo eso, esa disminución del ingreso disponible de los trabajadores y empresas, responde al promedio nacional, pero se sabe que no todos cumplen con las obligaciones tributarias. Sólo en el caso de los asalariados la Encuesta Permanente de Hogares indica que un tercio no hace aportes para la jubilación, la obra social y la ART. Y se estima que es aún mayor la informalidad en los trabajadores autónomos y entre las pequeñas y medianas empresas.

La presión tributaria para los que pagan supera el 60% del ingreso

De ahí que para quién cumple con cada una de las obligaciones tributarias en todo el territorio nacional, la carga tributaria supera largamente el sesenta por ciento, es decir trabaja más siete meses para los estados nacional, provincial y municipal. Y aún así, debe destinar parte del resto de su ingreso a la educación, salud y seguridad privada, por las claras carencias en la provisión de esos servicios en el sistema público.

Más y menos

En cambio, el informe de la Dirección Nacional de Investigaciones y Análisis Fiscal explica que "tuvieron efectos negativos en la comparación, en primer lugar, la elevación -en el Impuesto a las Ganancias- de las deducciones personales y la no imposición de la segunda cuota del sueldo anual complementario del 2012 y de la primera del último año paradeterminados niveles de renta".

Mientras que en el caso de los Derechos de Exportación, "la disminución de las exportaciones declaradas de productos agropecuarios y la reducción del derecho efectivo aplicable al petróleo crudo y, por último, los mayores montos de reintegros pagados a los exportadores", provocaron la tercera caída interanual consecutiva en términos de PBI, desde 3,16% en 2010 a 2,07 puntos porcentuales tres años después. El pico en este segmento se anotó en 2008 con 3,49% cuando se frutró el intento del Gobierno de imponer retenciones sin techo al campo.

Los impuestos al comercio exterior tuvieron récord en 2008 (fallida Resolución 125)

En Seguridad Social la base imponible máxima para el cálculo de los Aportes se incrementó de 21.248,45 pesos a 28.000,65 pesos a lo largo del 2013, mientras que en 2012 dicho valor se había elevado de 16.213,72 a 21.248,45 pesos.

Y si bien es muy común oír hablar a los funcionarios públicos de las políticas contracíclicas, lo cierto es que desde la crisis de 2009, y pese a persistir apenas una leve recuperación, la carga impositiva se acentuó en casi seis puntos porcentuales, conspirando contra el consumo y la inversión.

El fenómeno se agravó en los primeros meses de 2014 con la aceleración de la inflación, la suba de Impuestos Internos para autos y motos de alta gama, y la devaluación del peso para poder recaudar más con el debilitado comercio exterior.

La consecuencia inicial de esa política, mientras no aparece un plan integral de política tendiente a estabilizar la inflación y despejar las expectativas de nuevo aumento de la presión tributaria, en un escenario de aceleración del ritmo de aumento del gasto público improductivo, fue el ingreso a una nueva senda recesiva, todavía leve en el promedio general, pero profunda en sectores que habían liderado el crecimiento en los últimos años.

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