Hacia una educación inclusiva y diversa

La integración escolar debe constituirse en un esfuerzo, para generar las condiciones que permita a todos los niños aprender según sus posibilidades
“El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus actitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un miembro útil de la sociedad”.

Artículo 7º Declaración de los Derechos del Niño.

Tomando como punto de partida el fundamento antes expuesto es que nos planteamos la importancia de llevar adelante procesos de Integración escolar para niños con Necesidades Educativas Especiales (NEE), a fin de poder brindar una educación que proporcione inclusión, igualdad de oportunidades y un desarrollo pleno de las capacidades individuales de cada niño.

¿Qué significa integración escolar?

Integración escolar es un proceso continuo y dinámico que trabaja sobre las áreas escolares, sociales y emocionales de un niño que se encuentra formando parte del sistema formal de enseñanza. De esta manera, permite a los niños con Necesidades Educativas Especiales (derivadas de la discapacidad o dificultades para que pueda acceder al currículum común), desarrollarse y sentirse incluido, acercando los recursos de apoyo que garanticen la trayectoria educativa en general.

Integración escolar es

* Permitir que el niño con NEE participe de una experiencia de aprendizaje gratificante en el ámbito de la escuela común.

* Posibilitar al niño (con sus potencialidades), construir aprendizajes compartiendo con otros niños con posibilidades diferentes a las propias.

* Atender a la diversidad, aceptando las diferencias.

* Disponer el aula y la escuela a las necesidades de los niños.

* Un derecho de todo niño con NEE.

¿En qué consiste el proceso de integración?

Entendiendo al aprendizaje como una construcción social, cada niño se enriquece en el intercambio con otros. Así, las diferencias pasan de ser un obstáculo para la tarea, convirtiéndose en un factor de relevancia para la enseñanza y el acceso a distintos objetos de conocimiento.

En la diversidad, los niños construyen sus aprendizajes y se constituyen a sí mismos, su identidad, su persona y sus valores; reconociendo y respetando a los demás como diferentes, ni mejores, ni peores personas.

El proceso de integración pretende minimizar las barreras para que todos participen sin importar sus características físicas, mentales, sociales, contextos culturales, etc.

La tarea del profesional integrador

La intervención profesional intenta favorecer las prácticas educativas y didácticas que no sólo incluyan la diversidad sino que trabajen con ella.

Resulta de gran importancia plantear el proceso en un contexto de colaboración y trabajo conjunto y coordinado entre los actores intervinientes; es decir, el equipo directivo, los docentes, el profesional (integrador) y la familia.

El objetivo principal de la tarea que desarrolla el integrador, consiste en brindar al niño la multiplicidad de apoyos que resulten necesarios para acceder al conocimiento, según sus posibilidades. Puede incluir entonces, intervenciones orientadas a:

* Acompañamiento áulico: orientación sobre aspectos conductuales, sociales, cognitivos y curriculares.

* Confección de adecuaciones curriculares: pensar el currículo en función de las potencialidades del alumno.

* Orientación a docentes y directivos de la escuela, en cuanto a la manera de brindar los apoyos a los niños con NEE.

En síntesis, es importante propiciar la búsqueda de estrategias, metodologías y espacios incluyentes buscando que el derecho de Educación para todos sea una realidad.

Mercedes Ludueña, Lic. en Psicopedagogía (M.P.: 22-2745) Miembro Fundación

Clínica de la Familia.

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