A fin de mes estará terminado el basurero para heladeras, televisores, lavarropas, computadoras y todo tipo de electrónicos en desuso, que se construye en el predio de la delegación oeste del municipio de la ciudad, en Godoy y Pérez Novella.

“Queremos tener un lugar acorde a la necesidad de los vecinos”, dijo Cristian Haspert, subsecretario de Limpieza Urbana municipal.

Oficialmente llamado “centro de transferencia de residuos voluminosos”, servirá para darle un tratamiento especial a este tipo de basura, particularmente en la etapa de clasificación

Las heladeras, lavarropas, cocinas y otros tipos de artefactos electrónicos son considerados voluminosos y clasificados como “Residuos de Artefactos Electrónicos” y desde el municipio se hace un proceso diferencial a la hora de su tratamiento, previo a ser enviados al centro de protección ambiental.

Con la construcción de este espacio la ciudad suma un nuevo lugar para que los vecinos puedan dejar los artefactos y otros elementos.

El primero que fue habilitado para dejar basura de este tipo se encuentra en calle José Rosa y Riccheri.

En este nuevo espacio, en un sector del predio destinado a construir el futuro edificio municipal, se dispondrán doce contenedores que alcanzaran a almacenar mas de 150 metros cúbicos de basura, se informó.

“A medida que crezca la demanda, ampliaremos la cantidad de contenedores” especifico Haspert.

El complejo contará con un galpón de 1.600 metros cuadrados, diseñado especialmente para el tratamiento de este tipo de residuos. Entre los equipos para proceder a la selección de los materiales se destacó que contempló los corredores para los camiones que se usarán para su transporte.

El funcionario anunció que este espacio cumple con una gran demanda de los vecinos de los barrios del sector oeste de la ciudad.

Hasta ahora el único con estas características se encuentra en el barrio Belgrano y los usuarios debían contratar un taxi flete para llevar los residuos, lo que derivaba en que se evitaba el gasto y consecuentemente se los abandonaba en baldíos, plazas, bulevares y cualquier otro lugar de la vía pública.

En la actualidad el único centro de transferencia existente procesa un promedio de 2.500 toneladas de basura por mes. “Los fines de semana es cuando hay más demanda” afirmó Haspert. Por ello el nuevo funcionará todos los días.

Se dispondrá de personal a lo largo del día para facilitar a los vecinos el acarreo de los materiales. Se trata de impulsar nuevas costumbres.