El receso invernal en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) comienza mañana, y se extenderá hasta el viernes 17. Pero la inactividad académica continuará, por parte de los educadores enrolados en la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNT (Adiunt): una asamblea general del gremio ya resolvió no iniciar el segundo cuatrimestre. El paro se votó como respuesta a la decisión de la rectora,Alicia Bardón, de no continuar pagando el adicional de $ 1.000 que se abonaba a los docentes desde agosto del año pasado. Ese extra había motivado que se levante una huelga que se había extendido por 89 días, entre el 23 de mayo y el 20 de agosto.

La medida de fuerza se iniciará formalmente el lunes 20. Ese día, según precisó el secretario general de Adiunt, Ariel Osatinsky, se realizará una asamblea en la cual los afiliados definirán, entre otros, si la huelga afecta o no la toma de exámenes. El año pasado, durante el extenso paro, los docentes habían decidido como metodología que la medida no implique la suspensión de las mesas.

“Nuestro reclamo es razonable. La Nación impuso una ‘suba’ de un 27,4%, en dos cuotas y hasta junio del año que viene. Al dejarse de pagar el adicional, ese porcentaje se transforma en un ‘aumento’ del salario de bolsillo de un 15% para los docentes de dedicación exclusiva; de hasta un 5%, para los de semidedicación, y en un ‘aumento negativo’ de un -15% para los de dedicación simple. La rectora dice no tienen fondos para seguir pagando el adicional; pero eso decía antes de empezar a pagarlo: no se trata de que no pueden, sino de que no quieren”, criticó Osatinsky.

En remplazo del plus de $ 1.000, el Rectorado vienen ofreciendo al gremio la ejecución de contratos programa. “Sólo mediante estos llegará dinero genuino para mejorar los salarios docentes; porque los recursos con los cuales se cubrió el adicional no tenían esa finalidad”, había explicado a LA GACETA la secretaria Académica de la UNT, Marta Juárez de Tuzza, hace dos semanas.

“No conocemos”

“Respecto de los contratos programa, la responsabilidad de elaborar una propuesta le cabe a la UNT. Desde agosto del año pasado no acercaron ninguna propuesta seria. No sabemos en qué consisten, a qué docentes abarcarían, si tienen financiamiento o no. Incluso propusimos que se continuara pagando el adicional hasta que materialicen esos supuestos contratos programa; también se negaron”, cuestionó el titular de Adiunt.

Durante la semana que se despide, LA GACETA solicitó a Juárez de Tuzza, en diversas ocasiones, precisiones respecto de este instrumento. Básicamente, de qué se trata, a qué docentes alcanzaría, de qué manera se implementaría -si depende de una gestión de las autoridades rectorales o se trata de un trámite individual que cada docente debe realizar-. Sin embargo, no se obtuvo respuesta alguna.

Según el sitio oficial de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación, el fundamento de los contratos programa es promover, mediante un acuerdo entre partes, que las universidades logren niveles gradualmente más satisfactorios en el cumplimiento de cada una de las dimensiones que integran sus funciones sustantivas. El sitio añade: “mediante los contratos programa se pretende vigorizar la capacidad institucional, en la medida en que los pedidos de fondos para la mejora no se relacionan con problemas aislados sino que deben hallar su fundamento en la misión de la universidad de manera integral”.

La rectora de la UNT, Alicia Bardón, y los funcionarios José Saab y Marta Juárez de Tuzza, recibieron al legislador alperovichista y precandidato a edil de Banda del Río Salí, Gregorio García Biagosch, y al coordinador de Comunas y Municipios del Ministerio del Interior y precandidato a intendente por esa ciudad, Darío Monteros. Analizaron la posibilidad de llevar en el futuro alguna tecnicatura de la Facultad de Exactas a esa ciudad del este.