El Gobierno ayer festejaba el acuerdo por Portezuelo del Viento como lo que era: un enorme avance en la estrategia política para concretar una obra que por la magnitud será la más importante en varias décadas.

Mendoza logró dejar en off side al gobernador de La Pampa, que se retiró de la reunión con algo de show. Pero lo que valen son las firmas, y dos en particular: la del Gobierno nacional y la de María Eugenia Vidal que, aunque no tiene mucho que ver con Portezuelo y el conflicto del Atuel, sí es la dirigente más influyente en el "mundo Pro". Y si hay arbitraje, será Mauricio Macri quien defina. Con Vidal del lado de Mendoza, hay una garantía extra de apoyo.

Pero el anhelo del Gobierno de anunciar la licitación antes de fin de año no será posible. Antes, Mendoza debe tener listo todos los estudios ambientales y en particular el Plan de Manejo del Agua y llenado del Dique. Esa tarea está en manos del Departamento General de Irrigación, con quien Cornejo tiene una buena relación, pero está en un momento delicado: en marzo cambian las autoridades y ya comenzó la puja por la sucesión. Sin embargo los estudios son netamente técnicos y descartan que haya demoras extras. El estudio de impacto ambiental necesario se hace bajo la jurisdicción provincial, es decir según lo establecido en la ley 5961. El proyecto está casi listo, aunque tendría modificaciones respecto al original. El diseño de la represa, por ejemplo, no sería igual: en vez de ser de "tierra compactada", sería de cemento.

Fuera de los detalles ambientales, la clave es el manejo del agua. La presa no implicaría modificaciones en el caudal luego de que esté construida, por lo que tampoco habría conflictos. En en una segunda etapa sí habría más análisis: si se construye el trasvase al Río Atuel, se derivarían recursos.

Convocarán a empresas

Pero Cornejo no se quedaría sin anuncio. Para salvar la demora en la licitación, la opción elegida será una convocatoria de interesados. Mendoza y la Nación harían esa convocatoria para que las empresas y consorcios interesados en construir Portezuelo del Viento se presenten y acerquen propuestas. El año que viene sí se haría la licitación.

El acta 83 del COIRCO que se firmó ayer tiene otra clave: deja en manos de la provincia el control de la repressa. Eso le otorga autonomía para gestionar y decidir. También se mantiene, según explicó el ministro de Gobierno Dalmiro Garay, las obligaciones contraídas por la Nación en 2006, cuando Julio Cobos y Néstor Kirchner firmaron el acuerdo por el desestimiento de la demanda por los perjuicios de la promoción industrial. Ese acuerdo fue el que puso a Portezuelo del Viento como moneda de cambio.