Omar Gutiérrez sabe que comenzará su mandato con un complicado escenario de negociación legislativa, una nueva estructura de ministerios que lo ayuden a gestionar y la expectativa de más inversiones en Vaca Muerta. La idea, como lo demostró hace pocos días, de una buena relación con la Casa Rosada es primordial.

A pesar del rol que tuvo Jorge Sapag en la campaña de Daniel Scioli, el gobernador entrante no dudó un minuto en viajar hasta Buenos Aires para fotografiarse con Mauricio Macri, quien apoyó al intendente de la capital, Horacio “Pechi” Quiroga, en la elección provincial.

Con el futuro jefe de Estado nacional, elogió las políticas para fortalecer  “las economías regionales” que le permitan “trabajar unidos por el bien del país y de Neuquén” e inauguró el ida y vuelta con Nación –oficialmente– antes que otros gobernadores de la región. El nexo, como el propio dirigente lo había anticipado a pocos días de que se realizara el ballotage, fue el senador nacional, y dirigente petrolero, Guillermo Pereyra.

Números de un nuevo territorio

La decisión de crear ocho ministerios, junto a dos secretarías para su gestión, avanzó sin problemas.  Las flamantes carteras de Gobierno y Justicia; de Seguridad, Trabajo y Ambiente; de Educación; de Ciudadanía; de Economía e Infraestructura; de Producción y Turismo; de Salud y Desarrollo Social; y de Energía, Servicios Públicos y Recursos Naturales serán parte de la nueva administración al igual que la secretaría General o la de Planificación y Acción para el Desarrollo (Copade).

El organigrama marca, por ahora, una tranquila transición que se desarrolla sin demasiados sobresaltos por la continuidad del MPN en el poder, como hace más de 50 años, que intentará darle una impronta más social a su gestión. Por ahora, como el propio Gutiérrez explicó, sólo Ricardo Corradi Diez tiene un lugar asegurado en Salud y Desarrollo Social.

Conocedor como pocos de la situación financiera por su rol en el Ministerio de Economía y Obras Públicas, Gutiérrez entiende que la coyuntura no es perfecta pero Vaca Muerta, esa joya de la Patagonia, genera expectativas sobre todo por las inversiones (que se esperan) para 2016. Al igual que las nuevas dependencias, el presupuesto para el año que viene se aprobó sin escollos: será de 35,6 mil millones de pesos.

Fuentes de la provincia le aseguraron a Letra P que la realidad económica, más allá del cambio de mando, será favorable por el plus de regalías petroleras que llegarían gracias al desembarco de nuevas firmas que generen mayor producción.  Ese beneficio, que tanta expectativa provoca en la nueva gestión, le ayudará a continuar la tarea en los distritos que son parte de la estructura partidaria, y de los que no.

La recuperación de Picún Leufú, San Martín de los Andes y Junín de Los Andes demostraron la solidez del espacio que tiene en localidades como Neuquén capital o Cutral Co, Zapala y Centenario oposición peronista fuerte.

Para el MPN, más allá de lo que trasciende, los índices de crecimiento son de los primeros en el país. El empleo registrado, según ostentan en la provincia, subió y el consumo interno tuvo un impacto absolutamente considerable: todo por la fiebre del petróleo.

Cuando las empresas generen mayor producción, explican desde la Gobernación neuquina, se espera una inyección de capitales. Pero las noticias del último tiempo no han sido del todo positivas. Con el precio del crudo en picada, el parate de nueve equipos, entre torres de perforación y de terminación, se encendió una alerta en el entorno del nuevo mandatario. 500 trabajadores de Loma Campana –por el momento– quedaron afuera del círculo virtuoso en Vaca Muerta.

Legislatura: un desafío

En este ámbito, como en otras oportunidades, la obligación del diálogo estará más presente que nunca. Con el bloque más popular, junto algunos aliados, el oficialismo (12 legisladores) deberá consensuar con el Frente para la Victoria (FpV), el Nuevo Compromiso Neuquino (NCN) del intendente Pechi Quiroga, la Unión Cívica Radical (UCR) y otras fuerzas. “Requerirá mucho criterio”, aseguró el vicegobernador electo e intendente saliente de Chos Malal, Rolando Figueroa, quien describió su paso como presidente del cuerpo como un desafío político “muy atractivo”.

Las miradas estarán, al igual que en estas horas, sobre el kirchnerismo. Según pudo saber Letra P, todos los representantes de la fuerza se reunieron este sábado en un hotel céntrico de la capital neuquina para delinear el funcionamiento de un espacio que fue oposición y hasta sintió el rechazo del propio candidato a presidente, que no dudó en brindarle apoyo a Gutiérrez por sobre Ramón Rioseco.

Con un estilo bien diferente al del oficialismo nacional que se despide, y por la apuesta de Sapag por Scioli, más allá de los planteos de “representatividad” de Gutiérrez, siempre quedó la sensación que el gobernador electo trató de distanciarse un poco de ese proyecto. Algo de eso se observó en un acto organizado para respaldar a Sergio Massa, donde se lo vio dando un fuerte discurso con una imagen del ex intendente de Tigre de fondo. “Por convicción, y por afecto, respaldamos  a Daniel Scioli”, le decía Sapag a Letra P luego de la cumbre de la Ofephi en el hotel Alvear de Buenos Aires, y argumentaba “operaciones” por la imagen que llegó hasta el despacho del ex motonauta.

Con ese escenario, luego de una caminata popular desde la Legislatura, Gutiérrez arribará a la Casa de Gobierno el próximo 10 de diciembre a darle continuidad, con su impronta, a un modelo que posee más de cinco décadas y tendrá otros cuatro años para no agotarse.