Gustavo García y su grupo volvieron al comité de la San Martín para quedarse

El comité radical fue testigo el pasado viernes del regreso de un nutrido grupo de radicales que no se desafiliaron jamás; pero que por participar en otro espacio, “filo radical” como les gusta llamarlo, decidieron bajarles la ficha. Claro que no todas las afiliaciones se cayeron en el mismo momento, algunas antes, otras después, demostrando que las últimas dirigencias del comité tuvieron manejos parecidos en cuanto a la expulsión de radicales.

Finalmente Gustavo García concretó su regreso al comité y se reafilió al radicalismo. Claro que no se la hicieron fácil, y por momento flotó en el ambiente aquella célebre frase de Adalberto Sardiña: “Las puertas están abiertas para todos; pero siempre es bueno tener el picaporte en la mano, por las dudas”. Es que cuando ingresaron alrededor de las 19 horas del viernes García y su grupo al comité para completar las fichas, se encontraron con el “no hay fichas para afiliar”.

Pequeño detalle, más cuando se sabía que García iba a ir en ese preciso momento a afiliarse, porque lo había anunciado en los medios con bombos y platillos. “Las fichas están en lo de Mariquita (Duverni)”, les dijeron, entonces más de uno de los hombres de García atinaron a ir al domicilio de la ex concejal para pedírselas. Finalmente aparecieron las fichas al rato.

Cuando todo parecía que iba a tener un final feliz, ya que estaba resuelto el tema fichas, surgió otro inconveniente: “No tenemos lapicera”. Parecía demasiado; pero al final el bolígrafo apareció y terminaron reafiliándose al radicalismo Gustavo García, su señora Adriana Pérez, Marcelo Diaz Pueyrredón, Alejandro Lautre y Ana María Di Palma de Gerea, entre otros. Esta última se vino exclusivamente desde Urdampilleta, así que imagínense su cara cuando le dijeron que no había lapicera.

Las afiliaciones las completó la presidenta de la Junta Electoral, Cristina Palacio. Los medios presentes en el lugar esperaron alrededor de una hora para poder cubrir la reafiliación de García, que era un hecho importante para el radicalismo; pero que no revestía mayor relevancia puertas afuera si no hubiese habido tanto ida y vuelta para llenar un par de fichas.

García ya prometió que volverá con su grupo a reunirse al comité, que pedirá autorización al presidente Elías Chorén y una llave, y también anunció que pretende participar de las elecciones del año próximo “en el lugar que sea, mi nombre no va a ser un impedimento para que el radicalismo arme un proyecto que sea una alternativa al actual gobierno municipal”.

 

Unos vuelven, ¿y otros?

La reafiliación de García llamó la atención por varios motivos, pero el fundamental es porque en el radicalismo local hoy el panorama está más cerca de “Pollitos en fuga” que “Un largo camino de regreso a casa”. Que alguien manifieste su deseo de volver a un partido en el que muchos tratan de tomar otro rumbo para poder ser alternativa, llama la atención.

Con José Gabriel Erreca hoy  en conversaciones con el massismo y con Juan Carlos Simón de igual manera con el macrismo, dentro de la UCR quedan sólo dos candidatos con aspiraciones y que han manifestado participar en 2015: el regresado Gustavo García y Adalberto Sardiña, quien ya lanzó su candidatura a intendente e irá a las PASO en agosto próximo.

Ante este panorama los grupos más fuertes del radicalismo de los últimos años estarían hoy con un pie afuera del comité y hay que ver cuántos votos dejan en el camino por ese alejamiento. Es que en los últimos tiempos los votos han pasado a pertenecer más a los candidatos que a los partidos, y si Erreca hoy sigue siendo la principal opción contra el gobierno municipal, la gente lo entiende en esos parámetros, como que el escribano es el que puede tener chances en la vereda de efrente a Bali Bucca, y no se pone tanto en tela de juicio si por adentro o por afuera. Se vota a la persona, como ha ocurrido en los últimos años.

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