Guiño de Cristina a la política de seguridad en la Provincia

Guiño de Cristina a la política de seguridad en la Provincia
La Presidenta encabezó un acto en territorio del nuevo ministro de Scioli, cuestionado en sectores del propio oficialismo por su discurso duro. Hace dos semanas ya lo había recibido en Olivos.

En un gesto de respaldo a los cambios en el área de seguridad bonaerense, Cristina Kirchner compartió un acto ayer en los bosques de Ezeiza con el intendente (en uso de licencia) de ese partido, y flamante ministro de Seguridad del gobierno de la Provincia, Alejandro Granados, referente de la “mano dura” cuya designación generó polémicas silenciosas en el ala kirchnerista que se define “progresista” o de “centroizquierda”.

El acto fue organizado por Alicia Kirchner, ya que se trató de un emprendimiento del Ministerio de Desarrollo Social llevado adelante por cooperativas de trabajo, para recuperar 450 hectáreas de bosques para poner en valor el “Centro Recreativo Nacional” que hace medio siglo inauguró el presidente Juan Perón. Pero desde la sorpresiva designación de Granados en Seguridad, fue la primera vez que la Presidenta comparte un acto con él. Cristina ya había dado muestras de su apoyo a estos cambios operados por Daniel Scioli -convertido en tabla de salvación del kirchnerismo- a l recibir a Granados en Olivos hace dos sábados, apenas llegada de Rusia tras participar en la cumbre del G-20. Obligado por la dura derrota en las primarias luego de haber minimizado la cuestión de la inseguridad, este giro pragmático prácticamente enmudeció al “progresismo” que se referencia en el Gobierno.

El domingo pasado, en Página 12 el periodista Horacio Verbitsky recordó en duros términos el pasado menemista de Granados y lo definió como “un hombre en cuyo distrito la policía ha constituido escuadrones de la muerte financiados por los comerciantes para librarlos de los pibes chorros sin molestos trámites judiciales”.

Según lecturas de fuentes oficiales, para no agitar estas aguas Cristina se mostró (hay que decir igual que siempre tuvo una óptima relación con Granados y con su esposa, la diputada Dulce Granados), pero no aludió al tema seguridad, palabra que apenas mencionó una vez en casi veinte minutos de discurso, y para saludar protocolarmente al ministro.

Cerca de Granados igual interpretaron el apoyo que significó el acto compartido: “Estuvo y se sacó la foto, si no te banca no haría eso nunca”, dijeron a Clarín.

Pero la Presidenta quiere marcar desde muy cerca la nueva gestión. Otras fuentes aseguraron a este diario que Cristina insertó en el equipo de Granados al asesor presidencial Juan Francisco Alarcón, un suboficial retirado de la Policía Federal, de su más estrecha confianza.

Casi sus ojos y oídos al lado del nuevo ministro bonaerense.

Alarcón fue chofer de Néstor Kirchner, algunos no son capaces de recordar su nombre pero todos lo conocen en el Gobierno como “Tattoo”, por su parecido con el personaje de la serie “La isla de la fantasía”, y se lo considera “abrepuertas” por la llegada que tiene al círculo íntimo presidencial.

Cristina llegó a Ezeiza en helicóptero y fueron a recibirla la cuñada Alicia, Scioli, Granados, y entre otros intendentes del sur del conurbano, el infaltable candidato Martín Insaurralde, al que Cristina sentó a su derecha.

Aunque el acto era “de Alicia” y por eso destacó la gran movilización de su agrupación Kolina, dos grandes banderas se desplegaron en las gradas laterales al escenario, “Cristina, Ezeiza, Granados” y “Votás Granados EZE sos vos”. La Presidenta se mostró de buen humor y distendida. Siempre de negro pero con un estilo de vestimenta más sencillo, sólo calzas (elección que generó muchos comentarios en redes sociales) y unos zapatos bajos. Comenzó recorriendo el polo industrial que contará con una hormigonera, bloquera, maderera y carpintería, todo construido por 350 cooperativistas, y luego se trasladó al escenario principal donde la esperaba un grupo de niños en representación de las actividades que brindará el Centro Recreativo Nacional. No se privó de bailar y Alicia Kirchner también se animó un poco más. Allí Mara una niña de no más de tres años rompió con el protocolo y no se despegó de Cristina hasta el final.

En el Centro habrá dos grandes piletas de natación de verano, y más adelante una tercera, donde ayer se había montado el escenario. Alicia Kirchner no habló pero fue elogiada por la Presidenta por su laboriosidad: “Sos tu hermano con pollera, cómo trabajás”, le dijo bromeando. Cristina defendió lo que llama “la década ganada” y en plena campaña indicó “aunque no haya agua, nosotros igual nos tiramos a la pileta porque vamos a hacer todas las cosas que tengamos que hacer. No vamos a permitir que nos quiten la patria recuperada”.

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