Centenares de miembros de las FARC que estaban listos para ir a los lugares donde entregarían sus armas a las Naciones Unidas empezaron a retornar a las zonas donde actuaron en los últimos años después de que el acuerdo de paz con el gobierno fuera rechazado en el plebiscito del domingo pasado.

La cadena de radio Caracol señaló ayer que los guerrilleros empezaron a salir desde el miércoles de la región de los Llanos del Yarí (sureste), donde a mediados de septiembre asistieron a la décima conferencia de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). En esa reunión, las FARC aprobaron su disolución como grupo armado y la conversión en un movimiento político legal, pues para entonces ya habían llegado a un acuerdo de paz con el Gobierno, que ponía punto final a una confrontación de 52 años.

Tres días después de la finalización de la conferencia, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, firmaron en Cartagena de Indias el acuerdo final de paz, en presencia de 15 jefes de Estado y del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon. Sin embargo, el acuerdo de paz quedó en suspenso a raíz del sorpresivo resultado del plebiscito del domingo pasado, en el cual la opción del rechazo venció a la de la refrendación del pacto con un 50,21 por ciento de los votos contra un 49,78.

El acuerdo entre las partes estipulaba que cinco días después de la firma del acuerdo de paz los cerca de 5.800 miembros de las FARC

debían estar ya concentrados en los 27 sectores que habían sido definidos como albergues transitorios. Los guerrilleros debían permanecer en esos lugares durante medio año, tiempo durante el cual serían juzgados por un sistema de justicia transicional, prepararían su reincorporación a la vida legal y entregarían 14 mil armas a las Naciones Unidas.

Las FARC habían dicho que los guerrilleros que asistieron a la décima conferencia se movilizarían directamente desde los Llanos del Yarí a los sitios donde les correspondía concentrarse. Sin embargo, los alzados en armas emprendieron el miércoles el retorno a los lugares donde en los últimos años protagonizaron el conflicto armado con el Estado.

Según Caracol Radio, varios mandos medios de las FARC partieron en aeronaves, en tanto que otros lo hicieron por tierra en medio de la incertidumbre por el futuro del proceso de paz. Tanto los aviones como los vehículos tenían emblemas del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). La orden de movilizarse fue hecha desde La Habana por el equipo negociador de las FARC, que desde el martes sostiene allí contactos con delegados del Gobierno para analizar la situación.

Timochenko afirmó que su grupo sigue empeñado en la paz y en seguir usando la palabra como única arma, al tiempo que otros jefes del grupo sostienen que ya no es posible renegociar el acuerdo de paz, como exige el sector de derecha radical que promovió en el plebiscito el rechazo del pacto. Ese sector es liderado por el partido Centro Democrático, encabezado por el ex presidente y ahora senador Álvaro Uribe, quien el miércoles se reunió con Santos para analizar el camino a seguir.

El rechazo del acuerdo de paz en el plebiscito es más de tipo político que jurídico, pues Santos no estaba obligado a convocar la consulta popular para que el país se pronunciara sobre el resultado de la negociación. De hecho, ninguno de los acuerdos de paz que en las tres últimas décadas permitieron la desmovilización y desarme de varios grupos armados ilegales requirió un mecanismo de refrendación.

Entre las alternativas propuestas por políticos y analistas para superar la difícil coyuntura están la renegociación, la implementación del acuerdo por parte del Congreso o la conformación de una Asamblea Constituyente.