Guerra de falacias: empezaron los discursos vacíos, retóricos, las mentiras y el reseteo de la memoria

Guerra de falacias: empezaron los discursos vacíos, retóricos, las mentiras y el reseteo de la memoria

Es increíble de lo que somos capaces los seres humanos, pero particularmente los argentinos y en exclusiva los habitantes de Santa Cruz. Personajes que hace rato no hablan y nunca se los escuchó decir cosas valorables y mucho menos hacer algo en beneficio de Santa Cruz, sacan chapa de preocupados, otros dicen lo que ya sabemos, no aportan nada y reducen todo a un discurso que es en si mismo, una falacia y así irán apareciendo otros, seguramente, que no pueden unir la realidad con su pasado. Todos hablan, todos mienten, todos ocultan. Nada cambia en Santa Cruz; ni las caras ni los discursos y menos aún, las intenciones.

El concepto “estamos al horno”, es tal vez el más vigente para explicar lo que nos ocurre en el país y particularmente en Santa Cruz. En el umbral de la campaña para esta costosa e inútil elección de las PASO, a la cual su propia inventora gambetea como es típico en la esencia kirchnerista (las normas las cumplen otros, nosotros no), aquí en el pago chico comenzaron a aparecer quienes era obvio, iban a sacar la cabeza de su agujero para decir lo que ya podemos anunciar y afirmar van a decir sin conmoverse y asegurándose que muchos medios los repliquen sin colocar al pie ni una pizca de crítica a lo repudiable de sus discursos.

Retóricos y mentirosos, con un “verso” armado, sin sustancia, haciendo uso y abuso de la falacia argumentativa vuelven los que han estado y nunca se han ido, algunos diciéndonos lo que sabemos, repitiendo obviedades y cuerpeando la cuestión propositiva seria y otros, sin máscara ni rubor en las mejillas, intentan explicar lo que van a hacer si los eligen, cosas que nunca hicieron cuando fueron electos.

Así aparece el actual diputado nacional (UCR-Cambiemos) Eduardo Costa, en la cadena generosa de comunicación que tiene la costumbre de poner un huevo en cada una de las canastas, para estar prendido siempre con la apuesta a ganador y replican sin opinar, cosas como estas dichas por el candidato de Macri:

“El responsable de la plata que falte en Santa Cruz es del poder K”

“Prometieron un modelo de desarrollo, trabajo y oportunidades, pero eso sólo les llegó a ellos y a sus amigos, que se enriquecieron saqueando a Santa Cruz”  

“La corrupción y los sobreprecios arruinaron las esperanzas de los vecinos de Santa Cruz, donde ya ni siquiera los servicios básicos están garantizados”. 

“Hoy tenemos una provincia desolada, con muchísimos problemas y con todos los vecinos muy tristes porque no tenemos oportunidades, trabajo ni desarrollo”,  

“Hoy en Santa Cruz tenemos las escuelas cerradas, los hospitales vacíos y sin medicamentos ni insumos, tenemos inseguridad, y muchísimos problemas porque nuestros hijos no encuentran trabajo ni pueden soñar un futuro acá. Esto que pasó no fue magia, es el resultado de un modelo que destruyó la provincia y que sólo benefició a los amigos del poder”.

De todo lo que dijo Costa, no se puede rescatar una sola idea valorable; no hay nada que no sepamos, son verdades de Perogrullo, obviedades que cualquier santacruceño medio puede contar, decir y hasta profundizar con más detalle y conocimiento que el diputado de Cambiemos.

Esta enumeración de calamidades que hizo el diputado ni siquiera es completa, por cuanto habría que preguntarle a Costa qué hicieron los Vocales por la Minoría del Tribunal de Cuentas para desnudar la corrupción; cuántas veces Rozas y Cía denunciaron judicial y públicamente cada acto de corrupción, a cuánto de todo lo ocurrido en Santa Cruz se opusieron y cuántas denuncias en la justicia hizo el propio Eduardo Costa en contra de Alicia Kirchner, de Néstor y Cristina en estos años, desde el 2007 a la fecha.

Si no podemos contabilizar como mínimo una docena de denuncias judiciales por corrupción en contra de los autores del vaciamiento de Santa Cruz y el país, lo dicho por Costa no tiene ningún sustento ni sentido.

Dicho esto, lo que agrega Costa como panfleto político, queda absolutamente relegado y descontextualizado de la realidad; dijo Costa: “Estamos trabajando, junto a cientos de vecinos de toda la provincia, para construir el Cambio en Santa Cruz. Nuestra provincia necesita construir una alternativa para superar esta enorme crisis. Santa Cruz necesita una revolución moral; un cambio profundo que nos permita transparentar el gobierno y poner los recursos públicos al servicio real del pueblo de la provincia”.

Lo que ninguno de los medios que le abren el micrófono, le preguntan al empresario es ¿Qué cambio logró en los dos períodos que fue diputado nacional? ¿Cuáles fueron los logros para la provincia en estos años?, que los enumere. ¿Por qué deberíamos confiar que va a hacer en el senado lo que no hizo en diputados? ¿Por qué se presenta a senador cuando sabe que va a desertar en medio del camino para postularse a gobernador?. Luego, si la nota que dio fuera seria y el periodista honesto, le debiera haber reprochado que si nunca hizo una denuncia judicial en contra de la gobernadora, de Cristina y de Néstor; si nunca logró un bienestar para Santa Cruz en el Congreso, si pisa un cargo para postularse a otro y si internamente actúa como el kirchnerismo, sus propias palabras del último párrafo, quedan absolutamente desnaturalizadas: él no es ninguna revolución moral ni la herramienta para profundizar ningún cambio ni transparentar el gobierno.

Ana María Ianni

La ex diputada nacional del FPV, actual presidente del Concejo Deliberante de El Calafate y precandidata a senadora nacional por el kirchnerismo, habló (como Costa) a través de los micrófonos y páginas amigas de su ciuidad, donde las preguntas incómodas están ausentes del “periodismo objetivo” y solo se trata de ofrecer un espacio para el relato y la falacia del relato.

La falacia argumentativa de esta inocua política del FPV que hace un reseteo fenomenal de la memoria y del presente, por cuanto desconoce la gravedad institucional que vive hoy esta provincia, dijo estas frases:

“Nos hacemos cargo de que debemos lograr el pago de los salarios en tiempo y forma”

“La propuesta es de cara a los vecinos y nunca diciendo cosas que no vamos a poder cumplir. Nos hacemos cargo de que debemos lograr el pago de los salarios en tiempo y forma, con servicios de salud y educación y con la idea de colaborar y ayudar, pero también entendiendo que el Gobierno nacional, con sus políticas, perjudica a la Provincia”.

“No vamos a prometer cosas que ilógicas o que no podamos cumplir, vamos a ir a Caleta Olivia para ver de qué forma ayudar” (dijo referido a la carencia de agua en esa ciudad).

Nótese que tanto Ianni, como Costa, utilizan una línea argumentativa similar, sacada del mismo manual y con intenciones absolutamente concordantes: convencer a la gente que los vote diciéndoles que van a hacer lo que no hicieron nunca y sin respaldo fáctico de sus experiencias previas, ya que cuando han estado en funciones políticas (no ejecutivas) demostraron ser simples “pasantes” de cuatro años por las funciones legislativas, en muchos casos sin hablar, con las mayores ausencias en las bancas y sin actividad propositiva valorable y de verdadero servicio para Santa Cruz.

El agravante en el caso de Ianni es que pertenece a la facción política que hace prácticamente 30 años gobierna la provincia y pretende hacernos creer que con el lánguido reconocimiento actual (y obligado) de los derechos laborales de quienes hace 3 meses protestan en las calles de la provincia, en un discurso lavado y tembloroso, va a poder convencer al electorado de que votando al “modelo” de autodestrucción de Alicia, vamos a poder “construir” algo nuevo.

Pablo Grasso

El Presidente del FVP/PJ (es todo lo mismo en Santa Cruz) Pablo Grasso, está en sintonía con las expresiones alineadas de Ianni, quienes tratan de reinterpretarse como seres llegados a la provincia hace pocas horas, provenientes de un planeta lejano, que desconocen lo que ocurrió en Santa Cruz los últimos 20 años y la debacle de la última década la cual para ellos fue ganada y perdida para todos los santacruceños. Grasso, dijo:

“Hoy nosotros tenemos decisiones políticas importantes que seguir; por ejemplo no nos devolvieron todavía los reembolsos de los Puertos Patagónicos, también estamos peleando por el tema de poder incorporar nuevamente el acueducto de Zona Norte”

“Debemos ver cómo poder hacer para inyectar nuevas oportunidades a nuestra gente”.

“Estamos viendo cómo podemos sintetizar una lista con senadores y diputados que nos representen a todos; que eso es lo difícil en un partido tan amplio como el nuestro”. 

“…más allá de quienes estén al frente, hay que entender que hay que defender los intereses de la provincia que está siendo bastante castigada”.

Lo de Pablo Grasso es rayano con lo que médicamente se conoce como trastorno delirante, aunque yo lo traería más al campo del razonamiento básico que nos muestra a un mentiroso compulsivo, lanzado a engañar a los otros, pretendiendo desconocer su pasado, para refundarse como una opción ante los tiempos que corren.

No le da vergüenza hablar del “acueducto del norte”, que jamás hicieron teniendo todo el poder en 12 años (Nación-Provincia-Municipio), habla de “inyectar nuevas oportunidades a la gente”, cuando él y los suyos se la quitaron en una década perdida; presume de querer “representar a todos”, cuando en más de una década solo representaron sus intereses y habla de “una provincia castigada”, siendo que la molieron a palos tanto Grasso como sus cómplices y destruyeron hasta su institucionalidad.

En estos días hubo otros más, pero son tan irrelevantes sus nombres y figuras que ni siquiera vale la pena mencionarlos para negarles publicidad a todos estos inimputables. Solo podemos decir que desde este espacio, más que transcribir los discursos falaces, vamos a analizar las mentiras y los engaños que profieren y sacarles el antifaz para que, al menos, haya aun espacio junto a Fm News, donde se diga la verdad y se le otorgue al ciudadano, la oportunidad de votar con derecho a vetar la entrada de determinados personajes en el círculo de la reincidencia política.

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