Los guardianes de la costa rionegrina piden basura cero

Los guardianes de la costa rionegrina piden basura cero

Es una campaña de vecinos de San Antonio Oeste.

Un grupo de vecinos de San Antonio Oeste busca concientizar a vecinos y turistas acerca de la necesidad de cuidar el medioambiente a partir de conductas individuales, como no tirar en cualquier lado los residuos que generan cuando salen de veraneo.

Organizados, salen a caminar las playas y, sombrilla por sombrilla, van charlando con la gente sobre el objetivo de la iniciativa.

Para que el pedido suene más amable, ofrecen números con los que realizan sorteos de obsequios donados por casas comerciales, momento que utilizan para machacar el mensaje en un intento por revertir un escenario preocupante, que se va tornando trágico.

La misión la inspiró Víctor Velazque, un empleado municipal que se desempeña en el área de recolección de residuos, que se “cansó” de ver tanta suciedad, no solo en la zona urbanizada sino también en las costas de la región.

“Ayudame a ayudar” es el lema que eligió para la patriada. Inicialmente fue una lucha desigual, por la indiferencia de muchos habitantes que tienen arraigada la insensible costumbre de arrojar sus desechos donde se les plazca, una conducta que ha provocado que se generen innumerables basureros clandestinos, incluso cerca del mar.

“Ayudame a ayudar” es el lema de los vecinos que buscan generar conciencia para cuidar esta parte de la costa rionegrina.

El muchacho emprendió la batalla en soledad, brindando su mensaje en los medios periodísticos que comenzó a visitar, dialogando con los comerciantes que no les daban un tratamiento acorde a sus desechos y reclamando a los frentistas que no poseían canastos en sus veredas.

Pronto su esfuerzo se vio recompensado por la reacción favorable de muchos a los que visitaba, pero también con el respaldo de otras personas que se sumaron al notar el valor de su trabajo.

Así nacieron campañas de limpieza en distintos sectores de la costa, con el acompañamiento de instituciones sociales y educativas de la comunidad.

Fueron jornadas memorables, en las que recogieron camionadas y camionadas de todo tipo de desecho, una muestra de la desidia de muchos que disfrutan de las playas. No solo elementos de uso habitual, como vasos, botellas, pajitas e infinidad de colillas de cigarrillos, sino también escombros, neumáticos de autos y los siempre presentes cajones de pescados, que se supone son arrojados de los barcos. Es parte del cuadro de situación que la campaña busca cambiar.

180 mil turistas recibió Las Grutas en enero.

Año tras año, el tradicional balneario sigue recibiendo una parte importante de los turistas que se inclinan por el mar Argentino para pasar las vacaciones de verano.

“Me cansé de ver tanta basura en todos lados”

Ayer, el equipo de voluntarios se instaló en el parador situado al lado del muelle de pescadores y desde allí recorrió la playa aledaña conocida como “del barrio ferroviario”.

A cada grupo de personas que visitaban le transmitían sugerencias prácticas para evitar un impacto negativo en el entorno natural.

No importó el calor ni el viento que volaba la arena. Ellos siguieron igual con su objetivo.

En un alto de la caminata, Velazque, el vecino que promueve la campaña, confesó que al principio se sintió solo. “Si no tomaba la iniciativa, nadie lo iba a hacer. Yo me casé de ver tanta basura por todos lados”, lamentó.

Pero ha dado muestras de no resignarse. Para él, el secreto está en lograr convencer a la gente de que deje sus desechos donde corresponde y no en cualquier lado.

Y el convencimiento debe surgir de dialogar y explicar que cada acción personal es importante, porque multiplicadas pueden promover un cambio.

A lo largo del año ha brindado charlas en escuelas, juntas vecinales y donde le den lugar, dado que su nombre ya está vinculado la defensa del medioambiente.

Pero admite que hace falta insistir y que no está dispuesto a renunciar.

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