El Grupo Esmeralda tuvo una cena política con Scioli

El Grupo Esmeralda tuvo una cena política con Scioli

Ocurrió en pleno ardor callejero contra Mauricio Macri, horas después de la demorada -y fugaz- aparición pública de Florencio Randazzo durante la marcha de la CGT. Daniel Scioli se acercó a las oficinas del grupo Esmeralda en el microcentro y cenó con varios alcaldes peronistas.

El encuentro, resultado de promesas en cruces eventuales, generó intrigas en el PJ porque los miembros del Grupo Esmeralda son los más enfáticos promotores de la aventura Randazzo, quien, en sus cíclicas perdigonadas, castiga a Scioli de la peor manera.

Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), quizá el más cercano a Scioli y más lejano a Randazzo del club de intendentes del PJ post kirchnerista, puso el lugar para la cena donde estuvieron, además, Juan Zabaleta (Hurlingham), Juan Pablo De Jesús (Partido de la Costa), Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Gabriel Katopodis (San Martín).

Con Scioli llegó su ladero histórico, Alberto Pérez, quien también expresa al sciolismo en la mesa del PJ bonaerense.

"Cuenten conmigo", se ofreció el ex gobernador ante los alcaldes, y repitió que como hizo siempre, no quiere apurarse con las decisiones políticas ni electorales. "Yo acompaño las renovaciones", dijo. Un clásico peronista: apoyan las renovaciones que los incluyan entre los renovadores y no entre los renovados.

Hacía tiempo que no se veía con varios de esos intendentes. Con algunos, desde la campaña en la que el ex gobernador andaba siempre "de pasada", según se quejaban los entonces candidatos comunales.

En la cena -con menú de bife y pastas- hablaron sin apuro: a Scioli le sobra tiempo. Los Esmeralda lo escucharon y coincidieron en que deben tener "una agenda con los temas que le preocupan a la gente", según confió uno de los comensales.

¿Será candidato? Jugadores de truco, ninguno dijo ni anticipó nada.

Insaurralde tiene una tirria cruzada con Randazzo y es quien suele poner más reparos a la "dependencia" que un sector del PJ que quiere enfrentar al cristinismo tiene con el ex ministro K.

Es una de las múltiples postales de la fricción interperonista. A 90 días del cierre de listas, se entrelazan los episodios que apuran el clima electoral y prologan discusiones.

En estos días parecerá una "campaña" en el conurbano promocionando a un intendente del interior.

En paralelo, en la sopa grande de nombres y operaciones, generó sorpresas y murmullos que una consultora haya incluido en sus mediciones el nombre de Verónica Magario, la intendente de La Matanza, como potencial candidata.

"No es una mala idea que varios intendentes sean candidatos: Magario, Katopodis, Bucca o Insaurralde", deslizó un alcalde del conurbano, que sin rechazar a Randazzo, no se muestra muy motivado por esa candidatura.

Expertos en malicias dicen que Fernando Espinoza, el jefe del PJ bonaerense, es el principal impulsor de Magario.

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