Grindetti a fondo

Grindetti a fondo

El intendente de Lanús y referente del PRO en la provincia de Buenos Aires dice que no votar al oficialismo “es volver al pasado”, con el riesgo de “ir camino a Venezuela”. La gestión, la política y la polémica por el candidato a vicegobernador.

Todavía recuperándose de la derrota de Independiente ante Racing, Néstor Grindetti recibe a La Tecla en su despacho del segundo piso del palacio municipal (recuerda que el de Manuel Quindimil era en el cuarto y suelta dos o tres grandes anécdotas, pero en off). Hace hincapié en lo realizado hasta ahora y en cómo saldrá a convencer a los lanusenses de que Cambiemos debe ganar a nivel local, provincial y nacional. Asegura que, de lo contrario, “iremos camino a Venezuela”.

No le tiembla el pulso al apuntar al radicalismo como responsable del “apuro” e iniciador de las rispideces en la discusión por el vice de Vidal. Y repite una chicana de su amigo Jorge Macri: “Y si no, vamos a las PASO”. Pero, como él remarca, está en contra de las primarias, aunque reconoce que ahora ya es tarde para eliminarlas.

-Si salimos a dar una vuelta por el centro, ¿son más los agradecimientos y la buena onda o los reclamos y la mala onda?

-Se impone el reconocimiento a lo que se hizo. Y también nos comentan que faltan cosas. En las recorridas por los barrios nos agradecen por la llegada del asfalto y nos piden por las luminarias. Se escucha de todo. “Qué bueno que llegaron las cloacas, pero el asfalto recién lo tengo en la esquina”, por ejemplo.

La vara está más alta, pero no nos conformamos. El título sería: “Entre el econocimiento y el pedido”. Estamos encaminados y ahora vamos por más. Eso era lo que queríamos despertar en el lanusense, que se anime a aspirar a mucho más.

-¿Qué pasaba antes: la gente estaba como adormecida?

-La gente estaba resignada. Lanús estaba feo, y era así como tenía que estar. No se vislumbraban otras opciones. No había posibilidades de ser una ciudad como algunas de las limítrofes, que tenían una infraestructura mucho mejor que la de Lanús.

-¿Se hace muy difícil defender la gestión de Macri en la calle, tarifazos e inflación mediante?

-Estoy convencido de que vamos a salir de esta. Obviamente, todavía no hay un derrame en todos los sectores ni las regiones del país. Por ejemplo: en lo que respecta al área energética, tenemos a Neuquén creciendo mucho y, por el contrario, al Conurbano aún esperando. ¿Es trabajoso? Sí, lo es. Pero es posible.

-¿Por qué la gente tiene que volver a votarlo?

-Porque la alternativa a nosotros es volver al pasado. Como foto es volver al pasado, pero como película es ir a Venezuela. La política de gastar más de lo que uno ingresa te lleva a esas situaciones extremas. Votándonos a nosotros en los tres niveles, fundamentalmente el nacional, lo que se asegura es seguir en este rumbo, que es un rumbo con muchas fallas y piedras pero que nos lleva al desarrollo definitivo del país, basado en la reestructuración del Estado para que este no gaste más de lo que ingresa. Si Macri puede continuar con sus políticas, el país va a empezar a crecer con fuerza, y eso va a permitir generar un círculo virtuoso de baja de impuestos y nuevas inversiones. Ahí vamos a empezar a generar las riquezas que luego vamos a distribuir.

-Se estaría tardando muchísimo más de lo prometido en 2015...

-Se generaron muchas expectativas, y lo cierto es que no teníamos un verdadero conocimiento de dónde estábamos realmente. Y no hablo solo de los gobernantes, sino de todos los argentinos. No había edificios destruidos, ni lío social en la calle; entonces, todo el mundo pensó que el panorama era más sencillo. Por eso es que se dijo “en un año estamos bien”. Pero, realmente, estábamos muy en el fondo. Hoy, ya encaminados, nuestra tarea es comunicar que hay luz al final del túnel. Aunque no sea en dos meses, vamos a poder salir de esta situación.

-Un 30 por ciento del electorado -según algunas encuestas- cree que esa luz al final del túnel es Cristina Fernández.

-No. Lo que propone Cristina es volver a los últimos diez años, que es, en realidad, lo que nos llevó a esta situación. En términos económicos, que es la gran preocupación que hay en este momento, en el Estado, en la empresa y en el plano individual es igual. No se puede gastar más de lo que ingresa. Y si estás en negativo y te endeudás no para generar algo que te rinda frutos en un futuro, sino para ir de vacaciones, en algún momento vas a quebrar. Aunque cuesta transmitir esta idea, porque hay sectores que en el corto plazo sufren, lo que hay que generar es inversión, que crea trabajo, y luego, con el trabajo, se genera ahorro, y con el ahorro, más inversiones. Es muy elemental el planteo, pero es así. ¿Quién puede creer que el Presidente no desea aumentarles más a los jubilados?.

-Del otro lado dicen que el Estado no es una empresa, sí que tiene ayudar a los que menos tienen.

-Sí, de acuerdo. Por eso digo que quienes tenemos la mayor obligación en el llano somos los intendentes. Pero para eso hay que tener los recursos. De nada sirve decir que los jubilados ganen el triple si para eso tengo que emitir dinero sin respaldo. Después nos come la inflación. Y lo cierto es que no se puede tirar durante mucho tiempo la tierra abajo de la alfombra. Eso fue lo que sucedió con las tarifas. Cuando llegamos, nos encontramos con todo abajo de la alfombra. Ahora hay que acomodar ese desastre. Generar energía, gas y agua potable cuesta dinero.

-Algunos analistas aseguran que a Cambiemos le conviene que Cristina sea candidata...

-No veo que pueda funcionar un “todos juntos” de la oposición. No imagino un armado de listas para después hacer una política coherente sin que eso genere peleas entre ellos. A largo plazo avizoro un reacomodamiento de la política fuera de los partidos tradicionales. Estoy convencido de que vamos a ganar las elecciones y, a partir de ahí, se va a seguir produciendo una suerte de realineamiento por afuera de los sellos. Van a ser más importantes los liderazgos.

-¿Hay posibilidades de que no haya PASO en esta elección, o ya no?

-Mi opinión es pública y conocida desde hace muchos años. Desde que están las PASO estoy en contra. Me parece que las internas de los partidos las tienen que resolver los partidos, deben ser bancadas por los partidos; y sí abiertas, que vote quien quiera, pero no obligatoriamente. Hoy, me parece que los tiempos se fueron. Lo que sí pediría a toda la clase política es que lo discutamos. Discutamos la real utilidad de las PASO, que son un incordio para la gente, llenas de boletas. Y es un dispendio de dinero. Con 6 mil millones se pueden hacer un montón de cosas.

-Si se aprobaba el desdoblamiento de las elecciones de la Provincia, en Gobernación aseguran que ganaban en cien distritos. ¿Se tendría que haber desdoblado?

-Ya es contrafáctico eso. Lo que valoro, una vez más, es la valentía que muestra la Gobernadora y la capacidad para elegir los momentos y decir “acá hay que decidir y vamos para adelante”. Una vez tomada esa decisión estamos focalizados más en lo que viene que en lo que hubiera sido.

-¿Cómo están las cosas con el radicalismo a nivel local, teniendo en cuenta que en Provincia y Nación hay algunos tironeos?

-Bien. Acá hay dos concejales, de los doce nuestros, que son radicales; y hay un par más que son de origen radical pero están fuera del partido. Nosotros tenemos una buena relación. Hoy, el referente local más importante, que es Emiliano Bursese, es el presidente del Tribunal de Faltas. Entendemos que los lugares que ellos ocupan son los que tienen que ocupar; no sólo por la importancia relativa del radicalismo, sino por la calidad de las personas.

-A nivel provincial y nacional, no es tan así el momento actual.

-Me parece que hay que tener cuidado, y cuando se trata de alianzas de este tipo hay cuestiones que deben discutirse internamente. No porque uno tenga miedo de que las discusiones se conozcan; de hecho estamos en política y tiene que haber discusiones. Me parece que ahora no es el momento de salir a hablar del candidato a vicegobernador, más allá de la buena relación y la excelente gestión de Daniel (Salvador). Más cuando se trata de una decisión íntima de la Gobernadora sobre quién quiere que la acompañe en la fórmula. Tiene que ser ella la que lo decida. Por eso me parece que salir a apurar las cosas no es oportuno.

-Por ahí ya daban por sentado que ese lugar era del radicalismo.

-Nadie dice que no. Tampoco nadie dijo que sí. Tenemos un foro donde las cosas las podemos discutir, y siempre se ha hablado bien. No creo que esta sea la forma. Y si no, como dijo Jorge Macri, vamos a internas.

-Hablar de Jorge Macri vice, ¿también fue apurarse un poquito, o fue una respuesta al “apuro” del radicalismo?

-Lo que sucede es que se provoca eso. Si a mí me preguntan si me gustaría que Jorge Macri fuera vice, voy a decir que sí. Más allá del aprecio personal, él tiene una excelente gestión, es un tipo que ha manejado muy bien la política de la Provincia en los últimos años. Pero no hay necesidad en este momento de llevar adelante esta discusión.

-¿Considera que la discusión está zanjada?

-No. Es una decisión que la Gobernadora dijo que va a tomar más adelante, y va a ser una decisión de ella. Me imagino que nos escuchará a todos, como siempre ha hecho, y en algún momento lo decidirá.

 

“Hay una gran diferencia: Vidal es la gestión; Scioli, la no gestión”

-Ya en campaña, se le pega a Vidal tanto como a Macri y, entre otras cosas, se dice que su gestión es igual o peor que la de Scioli. ¿Cómo puede desmentirme eso con pruebas locales?

-En términos de infraestructura escolar, la Provincia ha hecho muchísimo. Y lo propio en salud. Por ejemplo: la guardia, la neo y el área de quirófanos del hospital Evita fueron remodeladas por completo. También se está trabajando en el hospital vecinal Narciso López y se están refaccionando y construyendo 14 salas de atención primaria. Además se puso en marcha la historia clínica digital, se incorporaron más médicos y se mejoraron los salarios. Todo esto no existía cuando estaba Scioli. En seguridad, en tanto, hicimos un Centro de Monitoreo que es modelo, que si bien lo desarrollaron Diego Kravetz y su equipo, tuvimos un fuerte apoyo del Ministerio de Seguridad bonaerense. Hay diferencias enormes entre María Eugenia y Scioli. Es simple: por un lado, la gestión; por el otro, la no gestión. Hay que sumar, por supuesto, las innumerables obras hídricas que llegan a toda la Provincia y la defensa de la economía provincial realizada por Vidal, consiguiendo que el Gobierno nacional se acuerde de que los bonaerenses también existimos.

El Conurbano y la “necesidad” de la pronta descentralización

-¿Cómo se hace para mejorar la vida del Conurbano?

-En los distritos grandes, como los nuestros, que superan los 500 mil habitantes, para que la gestión del Estado sea mejor debe ir produciéndose de manera paulatina una descentralización de algunas tareas que aún corresponden a la Provincia. A modo de ejemplo hay que decir que está funcionando muy bien el tema de la infraestructura educativa. Desde que es-tamos en el gobierno intervenimos en unas 120 escuelas, con fondos provinciales, pero gestionados por nosotros y ejecutados por nosotros. Los municipios tienen que ir asumiendo un rol más protagónico en lo concerniente al desarrollo de la infraestructura y la prestación de servicios. Siempre digo que al elefante se lo come de a pedacitos.

-¿Cuándo se ven las mejoras? Esto que dice usted es a largo plazo.

-Somos consecuentes con lo que decimos. ¿Qué hacemos en Lanús para que la situación mejore? Primero, planificamos. Ahora estamos terminando de diagramar el Programa “Visión 2030”.

A partir de eso llevamos adelante las actividades más de corto plazo. Y para eso se necesita un buen equipo, que además de planificar tenga siempre en cuenta que estamos en un ámbito político. Planificación, seriedad, transparencia y mucha gestión en un ámbito en el que prima la política.

Las dos caras de Moyano: la pasión por el Rojo y el amor por Lanús

-¿Se puede diferenciar al Moyano sindicalista cercano a Cristina y al Moyano presidente de Independiente?

-Sí. Me parece que en Independiente, lo que han hecho los Moyano, porque Pablo está más activo, es sanear al club en términos económicos. También en cuanto a la seguridad hay un gran trabajo, que en realidad es más mérito de Cristian Ritondo y su equipo. Desaparecieron los barras en Independiente y, realmente, hay una tranquilidad que hace años no veíamos en la cancha. Pero del Moyano sindicalista tengo una visión distinta. En realidad, más que de él, del gremialismo en general, al que respeto muchísimo, porque hay sindicalistas que hacen realmente una defensa del trabajador como corresponde. El problema es cuando se mete la política, porque pierden capacidad negociadora. Cuando uno se sienta a negociar con un sindicalista se negocian intereses que tienen que ver con lo económico, con las condiciones de trabajo; pero cuando hay intencionalidad política, entonces, se complica la negociación. No se quiere negociar, se quiere ser contra.

Por eso, cuanto más separado está el sindicalismo de la política, mejor funciona la defensa de los trabajadores. Hoy, Moyano está metido en política.

-¿Cómo se viven los días posteriores a una derrota ante Racing, que, además, es puntero a falta de cinco fechas para el final?

-Con resignación y sabiendo que el fútbol, siempre, da revancha. Cuando River se fue al descenso, el hijo de mi esposa, Lucas, lloraba con mucha angustia. Y yo le dije que iba a haber revancha, que iban a volver a Primera y que iban a ser campeones. Hoy me recuerda esa charla. También me lo recordó cuando nosotros nos fuimos a la By el que lloraba era yo (risas).

-Final Copa Libertadores 2021: Independiente - Lanús…

-Esa es una pregunta es tremenda. Mi pasión futbolística está puesta en Independiente. Mi papá me hizo socio a los 5 años, o sea que hace 59 años que soy socio del Rojo. Pero también soy socio vitalicio de Lanús, mis hijos se criaron en el club, he ido muchísimo a ver al Granate. Tengo el corazón puesto ahí, también. He ido a ver varias veces a Independiente contra Lanús y lo cierto es que se produce un encontronazo de emociones. Pero no voy a negar que soy hincha de Independiente. También tengo un sentimiento muy grande por El Porvenir. Cuando era chiquito vivía a tres cuadras de la vieja cancha, pasé ahí gran parte de mi infancia.

“Me gustaría una oposición que no ofrezca volver al pasado”

-La Tercera, ese bastión peronista histórico, no le alcanzó a la oposición para ganar...

-Hoy, los veo divididos. Pero lo primero que hay que hacer es definir “peronismo”. En Cambiemos de Lanús hay peronismo. Noelia Quindimil y toda la gente que está con ella son peronistas. Pero centrémonos en la oposición. No está claro dónde están unos y otros. ¿Dónde está Sergio Massa? Fue parte del gobierno K, después se alejó, ahora parece que se acerca otra vez. Es todo muy confuso.

A mí, lo que me gustaría como ciudadano es que hubiera una propuesta alternativa a nosotros que no nos ofrezca volver al pasado. Discutamos cuestiones estrechamente relacionadas al peronismo, pero apuntemos hacia adelante. Sinceramente creo que el kirchnerismo no es peronismo.

Inseguridad, justicia y mano dura

-Le tiro tres conceptos para que usted los una: inseguridad, justicia y mano dura.

-Como en todo, los extremos son malos. Hay que tener mucho cuidado con eso. Ahora, no hay ninguna duda que debemos ser bastante más estrictos con el cumplimiento de las leyes vigentes, y algunas normas, tal vez, cambiarlas, porque los tiempos cambian. En cuanto a la famosa puerta giratoria, que en algunos casos se da, debemos pedirle a la Justicia que no sea así. Pero también hay que destacar que hay muchos fiscales y jueces que son más restrictivos. No hay que tener miedo a decir que la inseguridad se resuelve con leyes más restrictivas y con una aplicación de la ley más estricta.

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