Grillo mantiene su propio cónclave en Roma

Grillo mantiene su propio cónclave en Roma
Beppe Grillo, verdadero ganador de las elecciones parlamentarias de la semana pasada, se resiste a dar su voto de confianza a Bersani, líder del centroizquierda. Su movimiento buscará definir una línea de conducta ante las presiones.

Por Elena Llorente

Desde Roma

Hay varios “cónclaves” en Roma esta semana. Y no se trata de aquel que elegirá al nuevo pontífice de la Iglesia Católica, que todavía no se sabe cuándo comenzará exactamente (ver aparte), sino de “cónclaves” políticos, encuentros a puertas cerradas, prácticamente “con llave”, como el cónclave religioso, para decidir el futuro de esta Italia insurrecta, hastiada, desocupada, harta de todo, que quiere mirar al futuro con otros ojos, pero se da cuenta de que es un poco corta de vista e insegura para lanzarse a la gran aventura sin medida. Y entonces se tambalea.

El primero de estos “cónclaves” es secreto. O al menos lo fue por varios días. Luego se supo que empezaba ayer y aparentemente concluiría hoy. Se realiza en una sala del Hotel Saint John de Roma, muy cerca del centro. Reúne a los flamantes parlamentarios del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) que, por orden del jefe, tienen la boca cerrada y, sobre todo, no hablan con los periodistas italianos. Hoy estará presente Beppe Grillo, el líder del M5S, verdadero ganador de las elecciones parlamentarias del 24 y 25 de febrero, que dejaron al país fragmentado porque ninguna de las formaciones políticas principales –es decir, ni el centroizquierda liderado por Pierluigi Bersani, ni el M5S, ni el centroderecha de Silvio Berlusconi– está en condiciones de conseguir por sí sola la mayoría en el Senado –aunque en Diputados la tiene el centroizquierda– como para poder gobernar.

Para este “cónclave” han sido convocados los 163 parlamentarios elegidos tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados. Se tratará de definir una línea de conducta ante las presiones que está sufriendo el M5S, el cual, según Grillo, no debe dar el voto de confianza a ningún partido para formar el gobierno. En realidad, Grillo –que no quiere saber nada con Bersani ni con Berlusconi– se encontrará ante una gran disyuntiva si el líder del centroizquierda, como parece, se presenta al Parlamento con un programa de trabajo inmediato, incluyendo varios puntos por los que luchan los “grillinos”, como por ejemplo cambiar la ley electoral.

Pero antes de la reunión secreta –donde se prevé además que los “grillinos” hagan cursos de preparación para entrar en el Parlamento, conocer sus reglas y sus tiempos, dado que ninguno tiene experiencia–, los ciudadanos que han votado al M5S en el Lazio, la región de Roma, fueron invitados a visitar en masa ayer el edificio de la Cámara de Diputados. La invitación llegó a todos ellos por las redes sociales y sabiendo que el palacio de la Cámara baja está abierto al público todos los primeros domingos de cada mes. “El Parlamento es nuestra casa y debemos conocerla”, escribieron. De hecho, la cantidad de público ayer se triplicó.

El cónclave “grillino” propiamente dicho comenzó ayer por la tarde. Es la primera vez que Grillo encontrará personalmente a todos sus elegidos. A muchos de ellos nunca los ha visto. Del encuentro también participará hoy Gianroberto Casaleggio, estrecho colaborador de Grillo. Entre los flamantes parlamentarios, 109 son diputados y 54 senadores. Tienen una edad promedio de 39 años y las mujeres representan el 36 por ciento del total.

El segundo “cónclave” de esta semana, menos secreto y menos numeroso, se llevará a cabo el miércoles entre los máximos dirigentes del Partido Democrático, que tratan de idear un plan B ante la insistencia de Grillo por no votar la confianza a un futuro gobierno presidido por Bersani. Sin el voto de confianza de las dos cámaras, un gobierno nuevo no puede comenzar a ejercer sus funciones, por lo cual el plan B se hace imprescindible. En la preparación de la reunión del miércoles trascendió que Massimo D’Alema, uno de los máximos dirigentes del PD, mantuvo una reunión informal con el presidente Giorgio Napolitano. Por otra parte, se supo que el ex secretario del PD y ex alcalde de Roma, Walter Veltroni, mantiene una posición diferente. Según él, la única solución sería “un gobierno nacido de una decisión del presidente de la república, que sin mayoría que da el consenso va al Parlamento a buscar el apoyo con un programa de reformas”. Otro aspecto fundamental del encuentro del miércoles será el tema de las eventuales elecciones anticipadas. Muchos piensan que ir a elecciones –se habla de junio– con la misma ley electoral tramposa de la época berlusconiana podría reproducir la misma situación actual o incluso ser peor para el PD.

En una entrevista concedida al programa de la RAI, Che tempo che fa, Bersani recordó que el centroizquierda cuenta con 460 parlamentarios, el doble que la derecha y el triple que Grillo. “En consecuencia, el primer paso nos corresponde a nosotros. Que Grillo decida lo que quiere hacer. De lo contrario nos vamos todos a casa, incluido él. Ahora sirve un gobierno de cambios, que pedirá el voto de confianza sobre un programa de ocho puntos.” Grillo es “tibio” en materia de evasión fiscal y se opone a que los hijos de los inmigrantes nacidos en Italia sean italianos. “Esto no es de izquierda”, concluyó Bersani.

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