Gribaudo: "Nuestro objetivo es que los abuelos del IPS se jubilen en treinta días"

Gribaudo:

El titular del IPS se muestra entusiasmado con lo hecho en los primeros seis meses y con lo que viene. Apunta a fortalecer la relación jubilados - tecnología. Halaga a sus abuelos y a la Gobernadora Vidal.

A seis meses de hacerse cargo del Instituto de Previsión Social (IPS), Christian Gribaudo parece tener los objetivos bien en claro. Entre otras cosas va en busca de que el trámite jubilatorio pase de tardar un año a un mes. Si bien tiene críticas para con la gestión de su antecesor, Mariano Cascalla-res, rescata que la transición fue muy buena. Además, en un extenso mano a mano con La Tecla, recuerda cómo fue la relación con sus abuelos, halaga las figuras de María Eugenia Vidal y Daniel Angelici y pone de manifiesto su fanatismo por Boca, institución de la que no sólo es hincha, sino también directivo. 

-¿Con qué te encontraste al llegar?

-Me encontré con un organismo que tiene mucho para mejorar, con cosas que venían trabajándose bien; de hecho, con Mariano Cascallares tuvimos una excelente transición, pero estaba medio descolgado del equipo de gestión de la Provincia. María Eugenia es líder en armar equipos, en ha-cernos sentir parte. En pocos meses ya mejoramos algunas cosas. 

-¿Cuáles son los cambios más notorios desde su llegada?

-En primer lugar, la transparencia. Trabajamos duro en los mecanismos internos que doten de transparencia y rapidez la respuesta al jubilado; y que previo a cobrar su primer haber, o sea, a ser jubilado, cuando la persona empieza el trámite, pueda ha-cerlo de la mejor manera, desde el lugar donde vive y en mucho menos tiempo de lo que lo hace hoy. En promedio, el trámite llevaba un año, pero podían ser hasta tres años; en seis meses de gestión lo bajamos a ocho meses. 

-¿Y cuál sería el tiempo ideal?

-El ideal, treinta días. Queremos que nuestros afiliados puedan iniciar el trámite desde el CAP (Centro de Atención Previsional) más cercano, puedan seguirlo a través de internet y en treinta días estar jubilados. 

-Abuelos - tecnología no parece fácil...

-Cuando vamos a los centros de jubilados les preguntamos a los abuelos cuántos de ellos sabían usar una computadora. Es algo que va-ría. Eso sí, cuando les pregunto cuántos quieren usar una computadora, todos levantan la mano. Hay una fuerte vocación de participación de parte de nuestros abuelos. Le vamos a dedicar mucho esfuerzo a la inclusión digital en adultos mayores, de parte del IPS y, fundamentalmente, de la gestión Vidal. 

-¿Ya está en marcha ese objetivo?

-Vamos a arrancar en poco tiempo. Esto se divide en dos partes. Por un lado hay que hablar del trámite jubilatorio en sí. En este momento estamos haciendo una audito-ría con Deloitte en sistemas. Lo peor que tenía el IPS en cuanto a su funcionamiento era la parte de sistemas. Si queremos mejorar los tiempos y transparentar los trámites, lo que mejor tiene que andar son los sistemas. Acá, el sistema era tierra de nadie. Era un lugar donde no había tecnología, un software que lo hiciera funcionar como corresponda, no había una conexión a la red con los municipios que permitiera que el jubilado accediera al trámite desde el lugar donde vive. La auditoría nos va a permitir conocer en qué estado estamos y saber qué tenemos que hacer para llegar al ideal. 

-¿La otra parte?

-La inclusión digital. La Gobernadora nos pidió trabajar este tema no solamente con los del IPS sino con los jubilados de toda la Provincia. Junto a Desa-rrollo Social estamos llevando adelante una política de integración e inclusión digital que, entre otras cosas, incluye las postas digitales para que los abuelos puedan capacitarse (desde prender la computadora, perderle el miedo y aprender) y luego tener acceso a una tablet, como sucede en muchas partes del mundo. Se trata de las Grand Pad, más grandes, con letras más grandes, con un funcionamiento más sencillo, con aplicaciones para ejercitar la memoria, con programas vinculados a cuestiones médicas y al municipio en el que viven, con programas que les permitan seguir todo lo que sucede con su jubilación. 

-Otro de los objetivos, según te escuché decir, es hacer que el abuelo se sienta orgulloso de ser jubilado.

-En cada visita que hacemos a los centros de jubilados y en cada cumpleaños del que participamos vemos que son ejemplos de vida. Te cuentan la his-toria de su vida, te emocionás y siempre aprendés algo. Estuvimos con Pico Barbosa, en su cumpleaños 100. Lo reconocieron en el Buenos Aires Lawn Tenis. Fue increíble. Jugó hasta los 98 y es uno de los descubridores de Guillermo Vilas. Ese tipo te enseña y es un ejemplo. También estuvimos con Amalia de Pacheco, docente de isla que terminó como directora. También cumplió 100 años. Cada palabra que decía te motivaba a hacer cosas. Para nosotros, ser grandes tiene que ver con con la expresión “qué grande sos”.

-Todo muy lindo, pero los jubilados quieren cobrar más…

-Lo primero que hicimos en la Provin-cia fue aumentar las jubilaciones. A la mínima del IPS hay que subirla más. Si bien de 300 mil jubilados que tenemos, sólo 7.800 son los que cobran la mínima, tenemos que trabajar para que siga aumentando y, por lo menos, equipararla con la nacional. María Eugenia tomó una decisión que creo nunca se tomó en la Provincia: nueve mil millones de pesos fueron rápidamente como inversión social; para comedores, programas alimentarios, en salud y jubilaciones. Como presidente del IPS me corresponde preocuparme por que los jubilados puedan estar en mejores condiciones; pero desde el dolor que siente la Gobernadora ante la problemática social, hay un fuerte interés por trabajar por los jubilados. Además es una decisión del presidente Macri. El pago de los juicios que fueron postergados, ninguneados e ignorados en todas las gestiones anteriores es una clara señal de la importancia que les da a los abuelos. 

-¿Cómo fue la relación con tus abuelos?

-Me crié con mis abuelos en Floresta, viví con ellos. Mi abuela se crió con diez hermanos varones. Ella me enseñó las malas palabras y a portarme mal. Mi abuelo era más estricto, venía de ser militar. Era marino peronista. Una mezcla que supe aprovechar. Salí radical. A partir de ese combo, algo raro iba a suceder (Risas). Espero que mis hijos puedan tener algún día el mismo recuerdo de sus abuelos. Fueron personas muy valiosas. Lo que te decía respecto de cómo la sociedad nos presentaba a un abuelo tiene que ver con mi experiencia. Mi abuelo vivió hasta los 95 años; se levantaba todos los días a las seis y media de la mañana, se lustraba los zapatos, se vestía y no tenía nada que hacer. Se sentaba en el sillón y se adueñaba del control remoto. Yo jugaba al ajedrez, otro nieto compartía otra actividad; tratábamos de tenerlo siempre activo. Pero no es así. Es la sociedad, el Gobierno, el que tiene que tener a los abuelos integrados.

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