En este absurdo caso, la subgerencia de Recursos Tributarios y Catastrales de ARBA se erige como un ejemplo modelo de tan triste delito. La subgerenta del departamento mencionado es Paula Evelina Said, que no posee preparación específica para el cargo, pero que sin embargo disfruta de los beneficios de un meteórico ascenso por parte de la gestión que encabeza Gastón Fossati.

El asunto se vuelve más insólito aun, si tenemos en cuenta que de los 3 empleados que tiene la subgerencia de Recursos Tributarios, uno es Luis Tous, marido de Paula Evelina Said, y otra es Romina Said, su hermana. Ambos gozan de beneficios económicos y vacaciones extras, como las que Paula y Luis acaban de proveerse en Barcelona.

Si bien ya se han cursado dos quejas formales ante la dirección Ejecutiva de ARBA, hasta el día de la fecha nada ha ocurrido. El caso de Said es de un total descaro y una grave falta a la moral, a la transparencia y a la ética de la cual dice gozar la actual gestión.

Si a esto le sumamos que Said jamás pasó por concurso ni carrera alguna, sino que fue puesta a dedo, que la mencionada subgerencia es una creación de la actual gestión y que el sueldo de Paula Said como subgerente, más el dinero extra en UOC y demás beneficios superan los 70 mil pesos por mes, el caso se hace aun más grave.

En las oficinas de ARBA, como ya es costumbre, comenzó a circular en secreto una solicitud con el objetivo de juntar firmas de apoyo para pedir que Paula Evelina Said y su séquito renuncien al cargo y que dichos puestos se concursen como es debido. Hasta la fecha, la solicitud ha recolectado más de quinientas firmas, pero el Clan Said se mantiene firme hasta las últimas consecuencias.