La mañana de este martes, el presidente del Órgano Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), Gustavo Lipovich, realizó una denuncia penal por amenazas en su contra persona y no dudó en vincular a la paralización de las obras en un predio que el Club Atlético Boca Juniors construye junto al aeropuerto Internacional. 

Las amenazas fueron con dos llamados. Uno dirigido a su despacho y otro al gerente de asuntos jurídicos, quien comanda la denuncia contra Boca Juniors. "Decile a ese hijo de puta que deje trabajar a los camiones", le gritaron del otro lado de la línea. Inmediatamente Lipovich denunció ante el juzgado federal número 8 de esta Capital que quienes lo amenazaron se identificaron como pertenecientes "a la barra de Boca". 

Pero las amenazas siguieron. Según confirmaron fuentes de Aeropuertos Argentina 2000 a ámbito.com, el mediodía de este martes también fueron amedrentados telefónicamente el presidente de la compañía, Rafael Bielsa, y el CEO, Matías Patanián. Tanto Bielsa como Patanián, que además es vicepresidente de River Plate, tenían pensado hacer esta misma tarde la denuncia ante la Justicia. 

El conflicto comenzó hace algunos meses cuando el Orsna, junto a AA 2000, entraron en una batalla con Boca Juniors luego de denunciar ante la justicia de Lomas de Zamora la "usurpación de tierras del Aeropuerto Pistarini" por parte del club. Según explicó Lipovich "Boca tiene maquinarias y obreros trabajando sin ninguna autorización en terrenos que pertenecen al Aeropuerto. Lo hacen bajo el argumento de Boca es que las tierras para la construcción del nuevo centro de entrenamiento le fueron cedidas por 30 años por el municipio de Ezeiza, que a su vez las recibió de la Fuerza Aérea". 

Sin embargo, agregó Lipovich, "el área del terreno sobre el que están trabajando excede ampliamente lo que supuestamente habían recibido en comodato, y sin ninguna autorización están dentro de la propiedad del aeropuerto". 

Tras la denuncia intervino el juez Alberto Santamarina, quien ordenó la custodia del predio por parte de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Esto paralizó las obras y enfureció a las autoridades del club. Al poco tiempo aparecieron las apretadas. Pero la bronca también se trasladó hacia la empresa de Eduardo Eurnekian, concesionaria del aeropuerto, luego de que fuera llamada como testigo y ratificara lo dicho por el ORSNA respecto a la usurpación.