La naturaleza no da tregua y continúan produciéndose una serie de fenómenos que afectan a producciones de frutas y hortalizas. Hace algunas semanas, “la blanca” como le llaman los productores al granizo, afectó a las localidades de Anguinán y Malligasta provocando daños casi totales en plantaciones de vid, tomate y pimiento. Este fin de semana, la pedrea sorprendió a productores de la localidad de Sañogasta, quienes vieron tremendamente afectados sus plantaciones de nogal y hortalizas. 

La Secretaria de Agricultura de la Provincia realizó un inmediato recorrido por la zona afectada y de acuerdo a lo informado, la pedrea afectó por un tiempo estimado de 25 minutos, afectando seriamente a plantaciones de nogal y hortalizas. Asimismo se informó que en fincas pequeñas afecto el 25 por ciento de la producción. No obstante, en el emprendimiento productivo “Coralino”, las pérdidas rondan el 80 por ciento del total de la producción. 

Alerta sanitario por la vid 

Tras las últimas tormentas que en muchos casos vinieron acompañadas de granizo y piedra, que causaron grandes y graves pérdidas aparecieron ahora focos de dos de las más temidas enfermedades de la vid, como lo son: la Peronóspora y la Podredumbre, ambas causadas por hongos que son favorecidas por la alta humedad. 

Algunos servicios agronómicos de la zona han dado el alerta sanitario para que los productores realicen los correspondientes tratamientos sanitarios. Esto significa básicamente que quienes quieran mantener sus viñedos en óptimas condiciones tendrán que invertir, un dinero que no disponen, para la adquisición de agroquímicos preventivos y/o curativos.

 

La noticia es pésima dado el incremento que han sufrido los precios de los agroquímicos, entre un 50 y un 70% más caros respecto al verano pasado, mas aun si se tiene en cuenta que la uva tiene un mismo valor desde hace mas de dos años y que muchos productores no están en condiciones de adquirir los mismos, existiendo además inconvenientes para contar con la maquinaria necesaria para realizar los tratamientos. 

Desde las áreas técnicas se remarca la necesidad de estar preparados con los productos para adecuados para curar porque el pronóstico indica que seguirán las lluvias y todavía no empieza la cosecha. 

Mientras tanto los productores se preguntan cómo hacer si lo percibido por sus producciones no alcanza. Solo resta esperar a que los pronósticos se equivoquen, mejoren las condiciones y se llegue a vendimia con una buena uva para obtener un buen vino que es lo único que luego permite planificar un nuevo ciclo del cultivo, asegurando el trabajo de miles de personas que viven de esta actividad productiva.